sábado, 30 de mayo de 2009

Someter a prueba por las Escrituras

No creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
1 Juan 4:1.

Recibieron la palabra con toda solicitud,escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.
Hechos 17:11.

El primer versículo del encabezamiento nos invita a no confiar ciegamente en todos aquellos que llaman a nuestra puerta o nos detienen en la calle para hablarnos de Dios. Evitemos dejarnos arrastrar por lo que en un primer momento puede tener una apariencia de Verdad pero que en definitiva es una enseñanza contraria a la Biblia. Detrás de una apariencia cristiana puede ocultarse hasta una vasta empresa financiera o, peor aún, demoníaca.

Es el colmo que algunos hombres y mujeres puedan utilizar el nombre de Dios para engañar a los demás o, por lo menos, para tratar de hacerlo. La Biblia es clara a ese respecto. Anuncia la venida de falsos profetas que tienen como misión seducir a mucha gente y aun a los cristianos, si fuera posible, para apartarlos del verdadero Dios (Mateo 24:24).

El problema consiste en saber cómo reconocer y desenmascarar a esos falsos profetas. La Palabra de Dios habla de personas que examinaban cada día las Sagradas Escrituras para ver si lo que se les decía era cierto (Hechos 17:11). No era una falta de confianza, sino una sabia precaución, una medida de prudencia que debemos imitar.

Invitamos al lector a hacerlo, incluso con los mensajes de este devocional, y con todo lo que podría oír aquí o allá. Si aún no tiene una Biblia, consígala y escudríñela.

Oramos por que Dios nos de discernimiento para distinguir lo bueno, de lo malo; lo de Dios o lo del hombre. Lo de Dios conduce a la vida eterna, lo del hombre lo aleja de ella. Dios los bendiga.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

viernes, 29 de mayo de 2009

Oración que sana y limpia.


El hombre


Amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Isaías 38:17

El Hijo de Dios… me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20

El hombre es un ser mortal, sujeto a su cuerpo, limitado en el espacio y en el tiempo, sometido a las leyes físicas, esclavo de sus pasiones, dependiente de sus emociones. También es un espíritu curioso, deseoso de comprender su finalidad, que se pregunta acerca de su pasado, de su porvenir, de Dios y del más allá.

El hombre fue hecho a la imagen de Dios y conforme a su semejanza (Génesis 1:26). Pero a causa de su desobediencia fue echado del Edén y separado de su Creador. Aun cuando no es consciente de ello, sufre por esa ruptura y guarda en el fondo de sí mismo el sentimiento de su culpabilidad.

Mas Dios quiso arreglar esta cuestión del pecado y abolir la distancia que lo separaba de su criatura, porque cada ser humano es único e irreemplazable a sus ojos. Amó tanto al hombre que envió a su Hijo amado a su encuentro para salvarlo.

¡Qué descubrimiento extraordinario: Dios se preocupa por mi felicidad terrenal y eterna!

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11).

“¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” (Salmo 8:4).

Aún hoy, Dios quiere salvar y hacer feliz a cada una de sus criaturas.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Un arma al alcance de todos: la oración


Por nada estéis afanosos,sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego,con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7.

En Francia, durante la Segunda Guerra Mundial, en una aldea donde se escondían hombres de la resistencia, los tres hijos de una familia cristiana habían sido apresados en una redada. Conducidos a la cárcel, interrogados y maltratados, fueron encerrados en la misma celda.

Torturados por el hambre, se arrodillaron y suplicaron al Señor que interviniera a su favor. Apenas terminada su oración, el postigo de la puerta se abrió y un pan de gran tamaño cayó a sus pies.

Aun después de su liberación, los tres jóvenes nunca supieron de dónde vino este pan, o más bien, cuál fue el «instrumento» del que Dios se sirvió para alimentarlos.

En un tiempo de hambruna Dios escogió a unos cuervos para llevar pan y carne al profeta Elías (1 Reyes 17).

Cuando todo socorro parece faltarnos, busquemos la liberación junto a Aquel que nos ama y es todopoderoso. Él siempre está dispuesto a escucharnos. La oración es un arma que no se gasta y está al alcance de todos. No nos desalentemos, aun cuando la divina respuesta parezca tardar o se revele contraria a nuestro pedido.

Una cristiana decía: –Dios no me dio nada de lo que le pedí, pero todo lo que me dio superó mis esperanzas. Aguardemos con confianza y paciencia las respuestas de Dios.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 27 de mayo de 2009

¿A dónde llevan todos los caminos?

¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz?
Job 38:19


Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.
Juan 14:6

Se dice que todos los caminos llevan a Roma, pero en cuanto a Dios la cosa cambia. Sin embargo, muchos de nuestros contemporáneos piensan que todas las religiones vienen a ser lo mismo. Si uno es sincero Dios, si existe, se encargará de lo demás.

Esta manera de ver las cosas puede parecer tranquilizadora. Así que puedo creer cualquier cosa, todo, lo contrario e incluso nada… con tal de que sea sincero.

La Escritura desmiente todos esos razonamientos humanos y afirma que sólo hay un camino para conocer a Dios. Este camino es Jesucristo. Si usted quiere seguir otro camino, después de muchos esfuerzos deberá reconocer que está perdido. Pero Jesús vino “a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).

Acudir a Dios sin Cristo significa enfrentarse a estas preguntas: ¿Aceptará él el mal que hice en mi vida? Y si no, ¿cómo borrarlo? ¡No hay escapatoria! Semejante problema no se resuelve huyendo, mintiendo o negando la existencia de Dios.

Nadie está obligado a creer en el Evangelio. Pero que cada uno evalúe su elección de creer o no creer, y que luego pese las consecuencias. El Evangelio no ofrece una religión que sería mejor que otras, sino la certeza de ser amados por el gran Dios Salvador y ser recibidos por él, tal como somos. Él nos comunica la paz de su presencia y la firme esperanza de verle algún día.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

martes, 26 de mayo de 2009

El vuelo de los gansos

Amaos los unos a los otros con amor fraternal… Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros.
Romanos 12:10, 15-16


¿Por qué los gansos vuelan formando una V?¿Ha contemplado usted el sorprendente espectáculo de un vuelo de gansos en el cielo? Juntos dibujan una inmensa V y parece como si fuesen uno, ya que sus movimientos son tan armoniosos.

Su manera de volar no sólo es hermosa, sino también eficaz. Los aleteos de cada ganso crean un movimiento de aire útil para el que va a su lado un poco detrás. Así, la bandada se desplaza mucho más rápido y lejos que un ganso que volara solo. El ganso que va al frente tiene la tarea más difícil. Este encabezamiento se toma por turno, de modo que la bandada recorre largas distancias sin detenerse.

¡Qué solidaridad! Hasta se piensa que el constante vocerío de la bandada alienta a los gansos más débiles. Si un ganso está cansado, otro lo acompaña hasta el suelo y lo espera hasta que pueda volver a volar. Esta notable cooperación contribuye especialmente a la supervivencia y al bienestar de todos.

Para nosotros los cristianos, el que está al frente, nuestro Guía y Pastor, es el Señor Jesús. Por supuesto que, al contrario del ganso, Él nunca se cansa. Él desea que nos amemos unos a otros con un amor verdadero, práctico y solícito.

Con el apoyo de mis hermanos cristianos puedo ir más lejos que si fuera solo. Los esfuerzos que hago confiando en el Señor Jesús y dependiendo de Él son una ayuda para la familia de la fe. La vida cristiana es un andar, una carrera y un vuelo colectivo hacia Aquel que nos precedió en la gloria: el Señor Jesús.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Vasijas de Barro

Hoy seguimos siendo vasos de barro, pues Dios quién dijo que de las tinieblas resplandecerá la luz, es el que ha resplandecido en nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros.
2 Corintios 4:6-7

Hoy necesitamos vivir con la alegría de sentir el amor de Dios, hoy necesitamos vivir con la confianza de saber que su presencia, nuevamente nos envuelve, él nos ha resplandecido, cuando en tinieblas estábamos y las tinieblas nos envolvían, él nos fue luz, su amor resplandeció sobre nosotros.

Dios nos iluminó con el conocimiento de su gloria en la faz de Cristo y desde ese momento nuestra vida no fue la misma, su plenitud en nosotros llenándolo todo y confirmándolo todo, pero hoy también necesitamos vivir recordando que ese tesoro de su gloria y plenitud de su iluminación y conocimiento están en vasos de barro.

Somos sus vasos de barro y en estos vasos de barro esta ese tesoro, extraordinaria grandeza de su poder, de la cual yo no me puedo apropiar; hoy no quiero llenar mi vida de orgullo y egoísmo, todo lo grande, todo lo bueno, todo lo hermoso, todo lo especial, que otros puedan ver en mi y en ti hoy es solo parte de la extraordinaria grandeza de su poder en este vaso de barro.

Hoy somos un canal para que ese tesoro que viene de Dios, pueda tocar aquellos con quiénes estaremos hoy en contacto.

Nuestro deseo necesita estar centrado en mostrar a otros la extraordinaria grandeza de ese tesoro en nosotros y através de nosotros, pero que nada de lo que hoy diga o haga tenga sabor a barro, pero sabor a tesoro, el tesoro de la bondad, de la humildad, del amor y del servicio, para que la gloria sea Dios y no de nosotros.

Los que hoy me rodearán buscarán el sabor de la gloria de Dios, no el sabor del barro.

Los que hoy nos rodearán están cansados del sabor del barro que el mundo nos ofrece y ellos no quieren mas ese sabor, pero están buscando el sabor de la gloria, no de la gloria de este mundo, pero de la gloria de Dios, la gloria de aquel que ha resplandecido ya en nuestros corazones, la gloria de aquel que nos ha iluminado con el conocimiento de su paz y de su presencia.

¡Oh señor! gracias por haberme resplandecido, gracias por darme tu luz cuando en tinieblas estaba, gracias por haberme iluminado del conocimiento de tu gloria, y gracias por hacerme un vaso de barro, donde pueda estar el tesoro de la extraordinaria grandeza de tu poder, ayúdame hoy a vivir consciente de que soy un vaso de barro.

Que Dios te sostenga hoy…
Es el deseo de tu hermano y amigo
Serafín Contreras Galeanowww.serafincontreras.com

Fuente:RenuevoDePlenitud.com

lunes, 25 de mayo de 2009

¿Qué Clase de Vida Quiere Usted?

"El hombre está hecho de tal manera que cuando algo enciende su alma, las imposibilidades desaparecen."
JEAN DE LA FONTAINE

¿Cuál es la diferencia entre una vida de temor y una vida de posibilidades? ¿Entre una vida ordinaria y una vida extraordinaria? Es una diferencia bastante grande.

La mayoría de las personas que conozco quieren ser mejores personas de lo que ahora son, quieren tener más ingresos, anhelan tener un mejor trabajo, disfrutar de su relación con su familia, con su cónyuge, y si todavía no tiene pareja quiere tener una relación.

Muchos quieren crecer en su relación con Dios, tener un ministerio en la iglesia, gozar de buena salud, hacer grandes cosas, todos quieren una vida extraordinaria pero no saben como conseguirla.

La Biblia enseña en Mateo 7:7,8 “Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido.” (BLS)

Si usted quiere una vida extraordinaria tiene que seguir los tres pasos:

1) Pedir y se dará. ¿Qué es exactamente lo que quiere? Una de las razones por las cuales solo del 3 al 5% de la población mundial sí obtiene todo lo que quiere es porque saben lo que quieren. Muchos dicen: “Quiero tener una mejor relación con mi cónyuge”, pero es algo muy general y de seguro nunca lo sabrá cuando tenga una relación excelente con su pareja. Debo preguntarme ¿Qué es una mejor relación con mi pareja? Defina lo que quiere en su vida y obtendrá lo que busca. Dios siempre quiere lo mejor para usted.

2) Buscar y Encontrará. Lo que usted desea o quiere para su vida no llegará si no lo anda buscando. Tampoco llegará si lo busca en otro lado. Usted necesita buscar ayuda, buscar las herramientas que le permitan vivir la vida extraordinaria. Usted no necesita reinventar la rueda porque ya alguien la inventó, lo que usted necesita es un coach o un mentor que le ayude a llegar a esa vida extraordinaria en el menor tiempo posible.
3) Llamar y se abrirá. Como puede ver ya usted está pidiendo a Dios la vida que quiere, esta buscando lo que necesita para llegar a esa vida y en este tercer paso usted debe tomar acción, moverse, generar la vida que quiere, comprometerse y esforzarse por esa bendición. Dios abre las puertas de bronce, usted debe abrir las de maderas. ¿Qué puertas quiere que se le abran? ¿La puerta de las relaciones? ¿La puerta de las finanzas? Usted debe llamar para que se abran.

Es tiempo de vivir la vida que quiere, no viva mas en esclavitud o mediocridad, usted ha sido llamado a una vida de libertad, deshágase de los grilletes que le mantienen atado, y corra con los sueños que Dios dispuso en su corazón, llénese de pasión en este día.

Descubra cuál es su pasión y sígala, es todo lo que necesita para vivir una vida extraordinaria.
La pasión es poderosa. Jesús fue un hombre apasionado, vivió una vida extraordinaria. Moisés y otros grandes hombres que han hecho historia se llegaron a conocer por su pasión. La pasión es su primer paso hacia el logro, ella hace que lo imposible sea posible.

La pasión es la que le lleva a pedir, a buscar, a aprender y es la que le abre las puertas del triunfo. Cuando usted se apasiona por la vida, por lo que hace, todo es tan natural, que lo ordinario se vuelve extraordinario.

Si usted quiere un matrimonio extraordinario, una familia extraordinaria, ingresos extraordinarios manténgase alejado de los que apagan el fuego, de los que le roban pasión. No busque la pasión en otro lado, esta en ti. Como dice el Apóstol Pablo a Timoteo: “Por eso te recomiendo que no dejes de usar esa capacidad especial que Dios te dio cuando puse mis manos sobre tu cabeza.” 2 Timoteo 1:6 (BLS)

Se dice que en India, un rico hacendado llamado Alí Jafet, vendió su hacienda Golconda y se fue a buscar diamantes por todo el mundo. Un tiempo después se encontró arruinado y sin conseguir su propósito. Pero el que le compró la finca Golconda encontró en ella la más grande mina de diamantes de su país.

Muchas personas buscan tesoros fuera de sus propios cursos y limites que Dios le ha dado. Dedican tiempo y dinero a esa búsqueda sin darse cuenta del tesoro que subyace en ellos mismos. Dios le ha dado una hacienda llena de tesoros Sus habilidades personales, sus capacidades humanas y espirituales son tesoros escondidos. También tiene el tesoro de su familia, su iglesia, y amistades. Su vida debe valorarla como se valora el diamante. Avive el fuego en su vida y encontrará la mina de diamantes que tanto desea.

La Vida Extraordinaria está en Dios con todo lo que él le ha dado pero debe comenzar a pedirla y a buscarla.

De el paso, toque las puertas necesarias, no deje que nadie le detenga de llegar a la cima, hoy es el mejor día!

En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Coach Cristiano

Fuente:RenuevoDePlenitud.com

domingo, 24 de mayo de 2009

El sacerdocio actual

Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
1 Pedro 2:5


Cuando Pedro escribe a los destinatarios de su epístola: “Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios”, habla del culto cristiano tomando como ejemplo el servicio sacerdotal levítico.

En aquellos lejanos tiempos los sacerdotes quemaban sobre el altar los sacrificios que los israelitas ofrecían a Dios.

Hoy día todos los salvos son sacerdotes. Nuestros sacrificios son de tipo espiritual y abarcan lo que deseamos presentar a nuestro Salvador como alabanzas, acciones de gracias y aprecio por su persona.

Podemos expresar esto como adoración a Dios. Él se alegra cuando halla en el corazón de los suyos una respuesta a su gran amor y a la entrega de su amado Hijo a la muerte en la cruz.

El domingo, cuando nos reunimos para el partimiento del pan, podemos llevar juntos a Dios la adoración que tenemos en el corazón. Algunos hermanos proponen los cánticos entonados por el conjunto de los presentes, pronuncian oraciones o leen textos de la Biblia.

Así el Espíritu Santo conduce y da expresión a la común adoración. De hecho, la adoración en sí misma es lo que se halla en el corazón de los presentes. Lo que cuenta para Dios es lo que brota del corazón de sus hijos. En Apocalipsis 5 se dice que los ancianos, después de haber cantado el nuevo cántico, sencillamente “se postraron sobre sus rostros y adoraron”.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Dios nos habla

Truena el Dios de gloria… sobre las muchas aguas.
Salmo 29:3.

Habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, que encrespa sus ondas…Entonces claman al Señor en su angustia, y los libra de sus aflicciones…así los guía al puerto que deseaban.
Salmo 107:25-30.

Durante una conferencia, un especialista en la historia de los grandes exploradores presentó una película realizada para reconstituir el viaje de Magallanes, quien descubrió en 1520 el paso entre el extremo sur de América y la Tierra del Fuego. Los marineros que participaron en esa reconstitución utilizaron una replica de la carabela de Magallanes.

Cuando este barco llegó al célebre estrecho, los viajeros quedaron estupefactos ante el grandioso espectáculo de las agitadas olas estrellándose contra las rocas con un terrorífico estrépito.

El conferenciante comentó: –Cuando un esquife tan frágil pasa en semejante lugar y está rodeado de tales fenómenos naturales, en ese momento todos los hombres creen en Dios.

Esta reflexión no sorprende, porque ¿qué puede hacer un hombre frente a los elementos desencadenados? Comprende su infinita pequeñez y la majestad del Creador.

Pero, ¿saca de ello toda la enseñanza que ofrece? ¿Es normal clamar a Dios sólo en el momento del peligro, para olvidarse de él en seguida y llamarle únicamente en las desgracias y en las situaciones sin salida? ¿Qué pensar de la actitud de un hombre que ha sido librado de una muerte segura, mediante la valentía de un salvador, y que luego pasa al lado de él sin saludarlo?

¿Que opinas Tú?

Fuente:LaBuenaSemilla.net

viernes, 22 de mayo de 2009

Un pensamiento acerca de la oración

Yo os digo: Pedid, y se os dará;buscad, y hallaréis;llamad, y se os abrirá.
Lucas 11:9.

Orar es hablar con Dios. ¿No es grandioso que nosotros, seres humanos insignificantes que viven en el minúsculo planeta Tierra, podamos hablar con el Dios Todopoderoso? Orar es una conversación de nuestro corazón con Dios. Así como cualquier conversación no queda sin efecto en nosotros y en nuestro interlocutor, lo mismo ocurre cuando conversamos con Dios. En nosotros hay un cambio.

¿De qué se habla en una oración? Podemos hablar libre, abierta y sinceramente a Dios. No hay temas que no podamos mencionar. ¡Tal es la bondad y la gracia de Dios!

¿Y cómo contesta Dios a nuestras oraciones?
Muy a menudo éstas consisten en pedidos y deseos. Quisiéramos obtener algo de él, anhelamos que cambie algo en nuestra vida o en la de otros. Al orar a Dios debemos contar con toda clase de respuestas, respuestas que siempre vienen de su corazón lleno de amor:

–Quizás él diga «Sí» y cumpla nuestro deseo “mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20):

–Puede suceder que nos diga «No», porque lo que le pedimos podría dañarnos o no ser útil. Él sabe mejor lo que es bueno para nosotros y tiene las mejores intenciones.

–A veces nos dice: «Espera un poco».

–También puede responder de otra manera a nuestro pedido. Contesta, pero no como lo habíamos imaginado.

Pero una cosa es segura: cuando le hablamos sinceramente, cada uno de nosotros debe saber: Dios me oye y me comprende. No me olvida porque me ama.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

jueves, 21 de mayo de 2009

La Biblia le espera


La palabra del Señor permanece para siempre,y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
1 Pedro 1:25.

«La Palabra que vive». Bajo este título, un escritor publica los siguientes pensamientos: «Una de las características de los libros científicos es que muy pronto pasan de moda y deben ser reemplazados por otros.

Es un motivo de orgullo que los progresos científicos sean tan rápidos en todos los campos como para que los libros científicos resulten anticuados para la siguiente generación. En realidad, cada libro técnico empieza a ser superado antes de que la tinta se haya secado en sus páginas.

En cambio la Biblia es un libro que estuvo y está siempre de actualidad, porque trata temas fundamentales como la vida, la muerte, el bien y el mal.

Sobre tales cuestiones, siglos de progresos y de adelantos de la ciencia nada pueden agregar a lo que dice la Palabra de Dios. Siempre nueva y adaptada a las necesidades del día, en realidad la Biblia no depende de la ciencia. El progreso tecnológico no la puede superar. Las generaciones se suceden y cada una halla en la Biblia una inagotable mina de conocimientos sobre las cuestiones esenciales de la vida».

En el principio del siglo XXI, la Sagrada Escritura es tan actual como en el primer siglo. Ella responde a las preguntas capitales que cada generación no deja de formularse. La Palabra de Dios está hoy a su disposición.

Como muchos de aquellos que le han precedido, busque en ella las verdades esenciales que no pasan de moda, las cuales son imprescindibles para su vida y para su eterno porvenir.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

lunes, 18 de mayo de 2009

"Hoy estarás conmigo en el paraíso"


Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23:43.

La segunda frase de Jesús en la cruz es una promesa de salvación hecha por el Juez supremo a un acusado. No es un perdón temporal, sino la paz eterna; no es la vida que sigue en la tierra, sino el reino de Dios y la resurrección para una nueva vida en el cielo.

Al principio, los dos malhechores crucificados con Jesús lo insultaban.

Luego uno de ellos cambió de actitud. Reconoció su culpabilidad y dio testimonio de la inocencia de Jesús, diciendo lo siguiente: “Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo”. En ese momento crucial, él era el único que discernía la perfección de Jesús, y le rogó: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”.

La respuesta fue inmediata y la promesa segura: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Habiendo reconocido su culpabilidad, el malhechor, condenado por los hombres, fue absuelto por Dios. Y lo fue porque Jesús estaba a punto de expiar sus culpas ante Dios. Recibió la seguridad de una salvación personal en la presencia del Salvador mismo. Es un maravilloso porvenir que compartirán todos los que hayan puesto su confianza en Cristo.

Jesús es el Salvador de vidas arruinadas. No nos desesperemos a causa del mal que hemos cometido. Jesús es igual de poderoso que ayer para salvar. Él conoció la humillación más grande, el más profundo rebajamiento, la vergonzosa muerte en la cruz, a fin de darnos a conocer el amor de su Padre, ¡por la eternidad!

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Un general poderoso

Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios. El entendido en la palabra hallará el bien,y el que confía en el Señor es bienaventurado.
Proverbios 16:19-20.

Naamán, jefe del ejército sirio, era un personaje importante. Profesionalmente tenía éxito. Personalmente era valiente y parecía tener una mente abierta. Su problema: era leproso y su enfermedad empañaba su felicidad.

En la Biblia la lepra representa el pecado. Este azote del pecado no exime a ninguno de nosotros, por eso el relato de la curación de Naamán nos interesa a todos.

1) El gran hombre empezó por escuchar a la muchacha israelita que le sugirió que fuese a ver a Eliseo, el hombre de Dios. Ella sabía que su Dios era todopoderoso. Para ser sanado es necesario escuchar a Dios, quien nos habla en la Biblia.

2) Entonces Naamán se preparó: llevó presentes costosos. Pero Eliseo no aceptó ninguno de sus regalos. La salvación de Dios no se vende; es gratuita. Notemos que Eliseo no salió al encuentro de Naamán, sino que le envió un mensaje: “Vé y lávate siete veces en el Jordán” (2 Reyes 5:10). La cura debía tener lugar por medio de la fe, no por la vista o a través de señales. Hoy día aún es lo mismo. Para ser salvo del pecado es necesario creer en esa Palabra.

3) Naamán debió superar sus prejuicios, su orgullo, sus propias ideas acerca de la manera de ser curado. Tuvo que obedecer al mandamiento de Eliseo. Entonces su cuerpo fue sanado. Sepamos abandonar nuestras ideas estereotipadas para recibir simplemente la Palabra de Dios, que nos cura y nos hace vivir.
Fuente:LaBuenaSemilla.net

La comunión

Nuestra comunión verdaderamente es con el Padre,y con su Hijo Jesucristo.
1 Juan 1:3.

Existe una maravillosa comunión de amor divino entre Dios el Padre, Jesucristo su Hijo y aquellos que creen en Dios, es decir, los hijos de Dios. La Biblia describe cada una de esas preciosas relaciones:

1. El Padre ama al Hijo: “El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano” (Juan 3:35).

2. El Hijo ama al Padre: “Para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago” (Juan 14:31).

3. El Padre ama a sus hijos: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Juan 3:1).

4. Los hijos aman al Padre: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19).


5. El Hijo ama a los suyos: “Andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros” (Efesios 5:2).

6. Los redimidos aman al Hijo: “El Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios” (Juan 16:27).

Admirar y gozar de esas relaciones del amor motivarán a cada sincero hijo de Dios a adorar al Padre y al Hijo: “Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).
Fuente:LaBuenaSemilla.net

sábado, 16 de mayo de 2009

Un Jarrón de buenas intenciones

En una tira cómica de Rabanitos (Snoopy), de Charles Schulz, Marcie regala unas flores a su maestra. Para no quedarse atrás, Peppermint Patty dice a la maestra: «Yo pensé en hacer lo mismo, señora, pero nunca lo hice. ¿Le sería útil un jarrón lleno de buenas intenciones?»

Todos hemos tenido intenciones de hacer algo bueno pero no lo hemos hecho. Tal vez queríamos hacer una llamada para ver cómo está un amigo, o visitar a un vecino enfermo, o escribir una nota de aliento a un ser querido. Pero no nos dimos el tiempo para hacerlo.

Algunas personas saben que Jesucristo es el único camino al cielo y piensan confiar en Él un día. Sin embargo, se la pasan posponiéndo su encuentro con El.

Puede que tengan buenas intenciones, pero eso no da salvación.

Tal vez como cristianos digamos que queremos estar más cerca del Señor, pero de alguna manera no nos damos el tiempo para leer la Palabra de Dios ni orar.

Santiago tiene palabras fuertes acerca de este problema de no hacer nada: «A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado» (Santiago 4:17).

lunes, 11 de mayo de 2009

"Consumado es" (la sexta frase de Cristo en la cruz)


Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es.Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
Juan 19:30.

Cristo,habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados,se ha sentado a la diestra de Dios… porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Hebreos 10:12-14.

Las tres horas de tinieblas estaban a punto de terminar. En un último gesto de obediencia, Jesús acababa de tomar el vinagre; entonces exclamó: “Consumado es”. Su misión en la tierra llegaba a su fin. Cuando vino, dijo: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:7). Ahora se terminaba todo lo que el Padre le había encomendado y lo glorificó perfectamente (Juan 17:4).

Cada creyente puede decir: “El Hijo de Dios… se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20). Todo deriva de la cruz: la salvación de cada creyente, la formación de la Iglesia, el acceso al Padre, el futuro establecimiento de “cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13).

Esta sexta frase es como la firma que Cristo puso al finalizar el texto que relata lo que ha cumplido. En el original es una sola palabra: «Tetelestai», utilizada antiguamente para indicar que una factura estaba enteramente pagada o una deuda cancelada.

La obra de Jesús en la cruz es perfecta y está acabada: “Sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá” (Eclesiastés 3:14).

Nuestra confianza en cuanto a nuestra eterna salvación no puede descansar en nuestras obras o méritos, ni en lo que provenga de nosotros mismos, sino únicamente en el sacrificio de Jesucristo.

Fuente: LaBuenaSemilla.net

viernes, 8 de mayo de 2009

La oración


Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.
Colosenses 4:2.

Cuando oramos, hablamos con Dios. La exhortación a perseverar en la oración significa, pues, vivir en constante relación con nuestro Señor en el cielo. De esa manera también expresamos nuestra dependencia de él. Cuando perseveramos en oración es como si dijéramos: No podemos ni queremos vivir sin ti.

Como en todo, el Señor Jesús es un perfecto ejemplo en cuanto a la actitud que debemos tomar en la oración. Por ejemplo, lo vemos cuando estuvo en Getsemaní poco antes de sufrir los malos tratos y la crucifixión:
–Tenía un lugar adonde solía ir para orar: “Se fue, como solía, al monte de los Olivos”: –Oraba solo: “Se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra”: –Manifestaba su dependencia al ponerse “de rodillas”: –Oraba en alta voz: “Oró, diciendo”: –Se dirigía a Dios, su Padre: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa”: –Conocía la voluntad de Dios y deseaba cumplirla: “No se haga mi voluntad, sino la tuya”: –Oraba con insistencia, sin desfallecer: “Estando en agonía, oraba más intensamente” (Lucas 22:39-44). ¡Qué lección nos da nuestro Maestro!

Una oración que complace a Dios siempre está asociada al agradecimiento. Al formular nuestras peticiones, ya podemos acompañarlas de nuestro agradecimiento, porque sabemos que el Señor nos oirá y responderá según le parezca bien para nosotros.

Fuente: LaBuenaSemilla.net

La paz con Dios


A vosotros también,que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente,haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado.
Colosenses 1:21.

Justificados, pues, por la fe,tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.Romanos 5:1.

¿Estamos en paz con Dios? No pensemos que algún día, en el último momento, podremos hacer la paz con Dios. Ésta fue hecha para siempre por nuestro Señor Jesús “mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20). Dios la ofrece gratuitamente, y es necesario recibirla creyendo en él.

Nadie puede contribuir a hacer esta paz. Lo que sale de nosotros son nuestros pecados, los cuales costaron al Salvador los sufrimientos y la muerte en la cruz. Él soportó el castigo que nos procura la paz (Isaías 53:5). Ésta no depende de nuestras obras ni de la santidad de nuestra conducta.

Esta bendición de tan alto precio pertenece por derecho a aquellos que han sido justificados, porque creyeron en Dios, tal como se reveló en Jesucristo. Nada puede turbar esta paz: ni el recuerdo de las más humillantes faltas, ni el sentimiento de mi actual debilidad.

Aun el descubrimiento de que el pecado sigue morando en mí no puede hacerme dudar de la paz con Dios. Si confío en mis sentimientos antes que en las afirmaciones de la Biblia, si llego a dudar de mi salvación, la inquietud reemplazará la paz. Pero esta paz permanece inalterable, pues fue establecida por la obra de Cristo.

No pensemos ni por un instante que esta certeza nos da la libertad para hacer lo que nos plazca.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 6 de mayo de 2009

Suelta los mandos

Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará.
Salmo 55:22.

Encomienda al Señor tu camino, y confía en él; y él hará.
Salmo 37:5.

En el artículo de una revista, Susan Smart describe su tercer y casi último vuelo realizado sola. Estaba practicando una maniobra a 5.000 pies de altura cuando perdió el control del avión Cessna 150 que pilotaba y empezó a dar vueltas incontrolablemente hacia el vacío.

Después de varios segundos de pánico recordó las palabras de su instructor: «Si alguna vez empiezas a dar vueltas en un Cessna 150, suelta los mandos. Está hecho para volar solo». Susan se gritó a sí misma varias veces: –¡Suéltalo! Finalmente quitó las manos de los mandos y se tapó la cara. Después de desviarse y bajar en declive un rato, el avión volvió a su vuelo normal. Ella descendió más de un kilómetro, pero sobrevivió porque tuvo fe para soltar el avión…

Su experiencia ilustra vívidamente lo que significa CONFIAR EN DIOS en tiempo de crisis.

Sé que es difícil hacerlo cuando parece que todo en nuestra vida está dando vueltas sin control. Nuestros sentimientos nos piden a gritos que sucumbamos al pánico, que dudemos de las promesas de Dios, que ignoremos sus intervenciones, que tratemos de resolver los problemas sin él. Pero esas respuestas son inútiles. En el Salmo 31 David clamó al Señor en su tiempo de angustia. Él sabía que su única esperanza estaba en poner su situación en las manos de Dios y confiar en él.

¿Está su vida dando vueltas? ¡Suelte los mandos! Deje que sólo Dios tome las riendas.

Fuente:LaBuenaSemilla.net