lunes, 31 de agosto de 2009

Cristo, el verdadero siervo

El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Marcos 10:45


El Señor Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, vino del cielo a esta tierra para servir a Dios como ser humano. Al hacerlo no obraba según su propia voluntad, sino que únicamente la voluntad de su Dios y Padre era el motivo de sus hechos. Lo amaba y se gozaba en servirle. “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado” (Salmo 40:8).

Por medio del profeta Isaías Dios presentó a su siervo con estas palabras: “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento” (42:1).

En el cumplimiento de los tiempos el Señor Jesús vino como hombre a esta tierra (Gálatas 4:4). Al principio de su servicio oficial Dios dio testimonio, desde el cielo, de su complacencia en Él.

En medio del orgullo de los hombres, el Señor cumplió su servicio con humildad. Su ilimitada obediencia lo llevaba a la muerte en la cruz.Su gloria, que llevaba un carácter celestial, brillaba en su humildad. Vino para servir no sólo a Dios, sino también a los hombres, por quienes dio su vida en rescate.

Él no obraba entre los grandes de este mundo, sino entre los humildes, los pobres y los miserables. ¡Qué Salvador admirable! Vivió entre sus criaturas, obró a favor de ellas juntamente con su Padre y cumplió su servicio sin descanso.

Luego se dijo de Él: “Como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (Juan 13:1), y eso a pesar del comportamiento de sus discípulos después de que su Señor cayese en manos de sus enemigos.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

El silencio de Jesús


Jesús callaba.
Mateo 26:63.

Jesús no le respondió ni una palabra;de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Mateo 27:14.

Jesús nunca fue reacio a hablar cuando se trataba de dar a conocer a Dios. Toda su vida, todos sus hechos y palabras estaban en perfecta armonía para revelar quién es Dios: su bondad, su justicia, su amor y su verdad; Jesús no ocultó nada.

Sus palabras de gracia suscitaban asombro (Lucas 4:22); lo diferenciaban de todos los demás hombres (Juan 7:46). “Tú tienes palabras de vida eterna”, le dijo el apóstol Pedro (Juan 6:68). Jesús no sólo habló a sus discípulos, sino que también entregó fielmente su mensaje a aquellos que le rechazaban y le odiaban.
Sin embargo, hubo una ocasión en que Jesús permaneció callado: fue durante su proceso. No procuró defenderse cuando los falsos testigos le acusaban (Mateo 26:57-63); tampoco lo hizo ante las autoridades religiosas o el gobernador romano (27:12-14).

Su silencio era una prueba de su perfección. Estaba dispuesto a ofrecer su vida en sacrificio por nuestras faltas. Por ningún motivo quería apartarse de su divina misión. El injusto juicio de los hombres lo llevaba a ofrecerse en sacrificio a Dios.

Con su silencio, el Señor cumplía la profecía: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías 53:7).

Su silencio era el silencio del Cordero de Dios. Maravilloso motivo que nos invita a la adoración. Amén.

Fuente:LaBuenaSemilla.net


El mundo observa al creyente

A los gentiles…les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellosen el mismo desenfreno de disolución.
1 Pedro 4:3-4.

Les reconocían que habían estado con Jesús.
Hechos 4:13.

En su «Apología», Justin Mártir, muerto en Roma hacia el año 165, explica por qué fue atraído por el cristianismo. «Veía –escribió él– los peores de los hombres volverse mejores: el ladrón se volvía honesto, el padre duro y autoritario se llenaba de dulzura y ternura, el marido egoísta e infiel se convertía en el más afectuoso de los esposos… Y todos eran transformados así. Mi conclusión fue que el poder capaz de producir esos milagros sólo podía ser un poder divino».

El apóstol Pablo da el mismo testimonio respecto de algunos fieles de Corinto: “Esto erais algunos (fornicarios, idólatras, adúlteros, ladrones, avaros, borrachos, etc.); mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:11). “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

Si decimos ser cristianos, ¿se dan cuenta de ello los que nos rodean? Al respecto, el apóstol Pablo nos exhorta en Romanos 12:17-20 a mantener un buen testimonio delante de todos los hombres: “Procurad lo bueno delante de todos los hombres… No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer”.

Las preguntas de hoy son: ¿qué ven hoy tus vecinos y familiares en tí?, ¿caminas o no caminas con Cristo?, reflexiona en esas preguntas.

Dios te bendiga.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

jueves, 27 de agosto de 2009

Recuerdo Que He Sido Comprado Por Alto Precio.

“ Sabiendo que fuistéis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteís de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”
1 Pedro 1:18-19

Cuando permanezco al pie de la cruz veo manos , pies y costado de Jesús destilando su sangre carmesí. Es una fuente preciosa capaz de limpiar, lavar y perdonar asi como reparar las áreas destruidas de mi vida. A través de su sangre preciosa yo fui reconciliado con Dios.

Hoy, necesito recordar que el precio pagado por mi ha sido muy alto. La sangre preciosa del cordero y por ello necesito vivir en el mismo valor pagado por mi. La sangre de Cristo es preciosa por que su poder es capaz de limpiar todo mi pasado. “Aunque mis pecados sean como escarlata, ellos serán blancos como la nieve.” Mediante la sangre de Jesús no hay mancha que ha quedado sobre ninguno creyente, ninguna arruga ni ninguno resto de mi vida pasada.

Hoy, mi corazón está nuevamente agradecido al Señor por haber pagado tan alto precio por mi. mediante su sangre él me ha hecho limpio, quitando las manchas de iniquidad abundante, y permitiendo que yo permanezca aceptado en el amado, a pesar de las muchas maneras en que
yo me he rebelado contra mi Dios.

La sangre de Cristo es asimismo “preciosa” en su poder preservador. Hoy estoy a salvo del ángel destructor porque estoy debajo de la sangre preciosa.

A veces no entiendo todo el poder contenido en la sangre de Jesús, pero cuando el ojo de la fe se opaca, el ojo de Dios es el mismo. La sangre de Cristo es “preciosa” también en su influencia santificadora. La misma sangre que justifica echando lejos de mi el pecado después toma la acción, de acelerar la naturaleza nueva y conducirme por encima del pecado y obedecer los mandamientos de Dios.

No hay móvil para la santidad tan grande como la que fluye desde las venas de Jesús. Y esta preciosa sangre tiene poder vencedor, por que escrito está y “Ellos le han vencido mediante la sangre del Cordero.” Ante la sangre de Jesús! el pecado muere en su presencia, la muerte cesa de ser muerte: las puertas de cielo se abren. Oh, preciosa sangre, gran precio pagado por mi.

“ Señor. Gracias por el precio que haz pagado por este pobre pecador. Tu amor ha sido y es tan grande. Jamás me abandonas y en tu sangre no solo encuentro perdon, justificación y santificación sino también victoria contra el mal-. Ese precio es muy grande así como tu eres grande.
Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano
http://www.serafincontreras.com/
Fuente:RenuevoDePlenitud.com

Viviré En El Perfecto Amor.

Aprenderé a vivir en abundancia


” He aprendido a estar lleno y ha tener necesidad. He aprendido a vivir en abundancia y a pasar necesidad”
Filipenses 4:12

Hay muchos que saben vivir sin nada pero no han aprendido a vivir en abundancia. Cuando ellos llegan a la cima sus cabezas se marean, y están listo para caer. Muchos deshonran su profesión en la prosperidad y no en la adversidad. Es una cosa peligrosa ser próspero.

El crisol de adversidad es un ensayo menos severo para el Cristiano que la abundante olla de prosperidad. Oh, estrechez de alma y que negligencia en las cosas espirituales vienen tan cerca del perdón y las generosidades de Dios!

Hoy el apóstol me instruye en el hecho de que él conoció como abundar. Cuando él tuvo mucho él conoció como usarlo. La gracia abundante lo sostuvo en la prosperidad abundante. “En todas las cosas Yo he sido instruido, tanto para estar lleno como para tener hambre.” Es una lección divina para saber como estar lleno, los Israelitas estaban llenos una vez, pero mientras la carne estaba aún en su boca, la ira de Dios vino sobre ellos.

Abundancia de pan ha traído frecuentemente abundancia de sangre, y ha traído también perversidad de espíritu.Hoy no quiero estar lleno y olvidarme de Dios. De nada sirve estar satisfecho en la tierra,pero sin el contentamiento del el cielo.

Hoy estoy consciente que es más difícil aprender a estar lleno que aprender como tener hambre . Hoy le pido al Señor que me enseñe “como estar lleno.” Más se que él me enseñará a través de las lecciones preciosas de su bondad a saber manejar los momentos buenos que llegan para no permitir que se maree mi corazón.

Señor. Gracias por que en ti puedo aprender las lecciones de la dificultad y las lecciones de la bonanza. Sé que para mi naturaleza humana es más difícil aprender a manejar los momentos de abundancia que lo momentos de la escasez. Por eso en este día llego ante tu presencia con humildad de corazón. Señor enséñame hoy tus caminos.
Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano.
Fuente:RenuevodePlenitud.com

No dejar pasar el tiempo


Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud.
Eclesiastés 12:1.

Acuérdate de Jesucristo… resucitado de los muertos.
2 Timoteo 2:8.

En la sala de estar de una residencia geriátrica se halla sentada una decena de ancianos. La mayoría de ellos ya no participa en ninguna conversación. Algunos son totalmente dependientes de la persona que les empuja su silla de ruedas. Uno quisiera darles un mensaje de afecto y de aliento, pero les cuesta comunicarse.

Si todavía poseemos una buena salud y todas nuestras capacidades intelectuales, agradezcámoselo a Dios, quien nos preserva. Pero también debemos reflexionar en el empleo que hacemos de ellas.

¿Vivimos sólo para nosotros mismos, sin otra meta que satisfacer nuestras necesidades materiales y nuestros placeres, olvidando lo que dice la Escritura? “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4; Deuteronomio 8:3).

Es, pues, durante nuestra vida que conviene recibir ese alimento del alma que se halla en la Palabra de Dios. Al leerla descubrimos su mensaje esencial: Jesucristo, el Hijo de Dios. Él fue hecho hombre para liberarnos del mal. Dios cargó en su Hijo los pecados de todos los que confían en él. Al aceptar su sacrificio perfecto, Dios le resucitó y glorificó. Así manifiesta su justicia, cuando declara justo “al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:26).

Para volvernos con fe hacia el Salvador, no aguardemos nuestra vejez, la que no podemos estar seguros de alcanzar.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 26 de agosto de 2009

Dios es tu roca y tu esperanza


No Quiero Perder Mi Primer Amor


“Pero tengo contra ti, que haz dejado tu primer amor”
Apocalipsis 2:4

Hoy recordaré con gran entusiasmo las mejores y más nítidas horas, pasadas ante el Señor cuando él llevó mi carga, cuando recibí las preciosas promesas, y cuando me regocijé en la salvación que llenó mi alma de paz.

Ese fue tiempo de descanso del alma; el invierno pasó; los tempestuosos mares se aquietaron; los destellos de los relámpagos de mi vida no fueron más percibidos; Sentí la reconciliación con Dios ; la ley ya no amenazó venganza, la justicia no exigió castigo. Entonces las flores aparecieron en mi corazón; la esperanza, el amor, la paz, y la paciencia germinaron en el césped de mi diario caminar; el jacinto del arrepentimiento, la azucena de la santidad pura, el azafrán de fe áurea, el clavel del amor matutino vistieron el jardín del alma.

El tiempo del cantar de los pájaros llegó, y yo me regocijé en agradecimiento, magnifiqué el santo nombre del Señor al perdonarme, y mi resolución fue, “el Señor, es mío y Yo soy de él. Todo Yo soy, y todo lo que tengo, lo dedico a él. Le dije al Señor, me has traído a ti con tu sangre y hoy decido gastarme en tu servicio. En la vida y en la muerte me consagraré a Ti.” Sin embargo hoy necesito reflexionar para estar seguro de que he guardado tal resolución.

Hoy debo preguntarme si he mantenido la misma devoción a Jesús o cambiado mis planes dejándome absorber por el mundo.

Si no reflexiono y evalúo mis caminos en un momento podría escuchar las palabras de Jesús diciéndome…Tengo contra ti que haz dejado tu primer amor. Cuando olvido mis promesas y me desvió vengo a ser como el frío del invierno en vez de ser como el resplandor del verano. Cuando llegó a ese estado termino dándole a Dios los peniques de mi vida cuando el merece los tesoros de mi corazón.

Señor. No quiero vivir este día sin cultivar el primer amor hacía ti. Yo recuerdo hoy todo lo que haz hecho por mi y la forma como me haz sostenido. Quiero vivir con todo mi corazón entregado a ti . No quiero dejarme robar el primer amor por las vanidades de la vida. Amén

Dr. Serafìn Contreras Galeano.
Fuente:RenuevoDePlenitud.com

jueves, 13 de agosto de 2009

Cerraré La Puerta

“Más tú cuando ores, entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu Padre que ve en lo secreto”
Mateo 6:6

Muchos cierran la puerta para que nadie les vea lo que están haciendo. Cerrar la puerta en el sistema de este mundo es símbolo de hacer negocios oscuros y caminar en perdida de integridad. Cerrar la puerta es un indicativo de ocultar algo para que nadie se entere.

Pero, Hoy soy estimulado por el Espíritu Santo a cerrar la puerta, pero no para hacer cosas oscuras y ocultas, más cerrar la puerta de mi aposento para encontrarme en secreto con el Padre.

Se que fui creado para tener comunión con el Padre . Se que Dios me hizo a su propia imagen y semejanza para que pudiera entenderlo y gozarme en él, someterme a su voluntad y deleitarme en su gloria. Fui hecho para cerrar la puerta y quedarme a solas con él.

Hoy quiero cerrar la puerta para entrar en lo secreto con el Padre porque nada que no sea una comunión total me puede satisfacer. Cristo vino a restaurar esa comunión perdida y ahora puedo entrar confiadamente al trono de su gracia y hoy mismo encontrar misericordia.

Ese cerrar la puerta no es una sola vez al día, porque la comunión con Dios tiene que ser durante todo el día, no importan cuales sea las condiciones que imperan a mi alrededor, la comunión no la perderé, pero para poder mantener esa comunión todo el día es necesario que hoy saque tiempo especifico para estar con la puerta cerrada y en secreto con el.

Cerrada la puerta ora a tu Padre que te ve en secreto. Lo primero y más crucial es darme cuenta de que allí, en secreto, se tienen la presencia y la atención del Padre. Estaré entonces consciente que me ve y me oye. Mucho más importante que las peticiones que yo lleve por urgentes que sean, más que toda la sinceridad y el esfuerzo para tratar de orar correctamente, es la seguridad viva, filial, de que mi Padre me está mirando y de que estoy reunido con él y que, con sus ojos sobre mi los míos sobre él, estaré sosteniendo una verdadera platica gozosa con el.

Allí en lo secreto no dejaré que nada me robe la hermosura de su presencia, porque podría ser que aun el estudio de la Biblia pueda cautivarme de tal modo y despertar sentimientos religiosos tan agradables que la Palabra de Dios se convierta en sustituto de Dios mismo. Este sería el mayor obstáculo porque mantiene el alma ocupada, en lugar de conducirla a Dios mismo.

Señor. Hoy cerraré la puerta para estar en secreto contigo y allí en lo secreto encontrarme cara a cara contigo. Gracias por abrir el camino, gracias porque puedo llegar confiadamente ante tí. Señor que aun cuando cierre la puerta y esté en secreto contigo, nada ni la Palabra ni la oración mismo me roben la belleza de tu presencia. Que ellas me conduzcan a ti porque esa es mi meta y esa es mi bendición. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano
Fuente:RenuevoDePlenitud.com

martes, 11 de agosto de 2009

¿Qué hacemos con las bendiciones de Dios?


De acuerdo a lo que La Palabra de Dios (Biblia) nos enseña, todo lo que tenemos o somos proviene de Dios. Como hijos suyos, El nos provee con todo lo necesario para vivir y subsistir.

Argumentos como: Dios me bendijo con un esposo o esposa…, Dios me bendijo con hijos…, Dios me bendijo con un trabajo…, Dios me bendijo con dones espirituales…, Dios me bendijo con un ministerio…, Dios me bendijo haber nacido en un hogar cristiano…, etc., etc., son comunes en nuestras conversaciones y al momento de recibirlas (las bendiciones) nos gozamos, emocionamos y agradecemos a Dios en nuestras oraciones por ellas. Pero, ¿por cuanto tiempo?

Qué sucede en nosotros cuando surgen crisis matrimoniales, o cuando nuestros hijos pierden el interés por lo “del Señor”, o tenemos problemas en el trabajo, o inconvenientes en el ministerio?

El peor enemigo de las bendiciones que Dios nos da por Gracia (sin merecerlas) es que con el pasar del tiempo, consciente o inconscientemente, pierdan el valor que en un comienzo tuvieron. Más aún; cuando con lo que Dios nos bendijo no marcha bien, muchas veces hasta nos atrevemos a reclamarle.
El primer reclamo lo encontramos en Génesis: …“la mujer que me diste…”

Es interesante descubrir en La Biblia que ella está llena de recomendaciones, sobretodo en tiempos de crisis, para que las bendiciones que Dios nos da (cónyuge, hijos, bienes, ministerios, etc.), permanezcan en el tiempo.

El desconocimiento de los consejos de Dios, es lo que nos lleva a tomar decisiones equivocadas. En vez de aplicar lo que La Biblia nos enseña, nos ponemos a experimentar según nuestra propia opinión y conveniencia.

En esta breve exposición, no he mencionado ninguna cita bíblica exceptuando el ejemplo de Adán cuando le reclama y se excusa ante Dios, pretendiendo obviar toda responsabilidad. La razón principal que me motiva, es invitarte a reflexionar sobre tus propias experiencias. También, deseo despertar en ti el interés de leer La Biblia bajo el aspecto de descubrir en ella los hermosos y sabios consejos para que tu vida, a pesar de las circunstancias, sea una bendición continua.

Descubre el valor de La Palabra de Dios como lo expresa el salmista en el Salmo 119.
Si te das cuenta que has sido negligente con lo que Dios te ha bendecido, se sincero(a) como el rey David en reconocer tus errores y pide perdón y sabiduría a Dios para no volver a cometerlos. Lee y estudia La Palabra de Dios como que si fuese un mensaje personal para ti y en una actitud autoanalítica, descubre si hubiese sido importante haber cuidado todo aquello con lo que Dios te ha bendecido.

Fuente: Juan Paulus
Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina

La paz del Padre y del Hijo te acompañarán.


La fe cristiana es confianza en Dios

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Isaías 26:3

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Hebreos 10:35-36

Uno de los aspectos más importantes de la fe es la confianza. Este es uno de los asuntos más desconocidos y peor vividos, aun por los cristianos. La fe no es hacer, sino creer y luego estar en relación con Dios, confiando en Él y entregándose a su bondad.

Cuando me doy cuenta de que soy realmente culpable ante Dios, mi único recurso es remitirme a su gracia. Cuando tengo conciencia de que estoy verdaderamente perdido, y que no puedo arreglármelas solo, miro al Señor Jesús, mi Salvador. Esto es fe.

Confiar en Dios es contar con Él, esperar en Él para que obre en mi vida. La búsqueda de apoyos humanos es lo contrario de la fe en Dios. Cuando oremos, aprendamos a encomendar todo al Señor: nuestras circunstancias, nuestro porvenir, nuestra familia, nuestros amigos… Esta confianza en Dios trae paz al corazón, serenidad en la prueba.

Cristianos, confiar en Dios también es aprender a decir «sí» a Jesús: es responder a su invitación cotidiana a seguirle, recibir las promesas de su Palabra, conformarse a su voluntad. Ese «sí» es un compromiso que se extiende a toda nuestra vida. El que cuenta con el Señor recibe la fuerza y las directivas que vienen de Él para obrar. Sólo la fe nos hace capaces de servirle y parecernos a Él.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Las condiciones de paz

No conocieron camino de paz…sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere,no conocerá paz.
Isaías 59:8.

(Jesús hizo) la paz mediante la sangre de su cruz.
Colosenses 1:20.

¿La humanidad ha conocido la paz universal en alguna época de su historia? De todos modos, si la hubo, fue en tan breves intervalos que en la memoria de los pueblos sólo permanecen los conflictos. La «pax romana» no fue más que un mito y se basaba en el siguiente principio: si quieres la paz, prepara la guerra. Aun cuando la paz es la suprema aspiración de todas las naciones, nunca han proliferado tanto los combates armados como ahora, con armas cada vez más sofisticadas y mortíferas.

“Yo soy pacífico”, decía el autor del Salmo 120:7, “mas ellos, así que hablo, me hacen guerra”. “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?”, preguntaba el apóstol Santiago. Su respuesta es inmediata: “¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” (4:1).

¿Podría el hombre establecer la paz en la tierra cuando no tiene la paz en sí mismo? “Los impíos son como el mar en tempestad… sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Isaías 57:20-21).

Sin embargo, Dios es un Dios de paz. Aún hoy anuncia al hombre la buena nueva de la paz por Jesucristo. Él hizo la paz por la sangre de su cruz; quiere reconciliarnos con Dios y darnos su paz.

¿Cuáles son sus condiciones de paz? El arrepentimiento y la fe, es decir, una rendición total y una confianza absoluta. Reconozco que no puedo arreglármelas solo y acepto que mi Señor lo hizo todo.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

sábado, 8 de agosto de 2009

¿Era tan malo?

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
Salmo 119:9

No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
Juan 3:7

La historia relata que el emperador Nerón fue un niño hermoso, con un corazón tan tierno que no soportaba ver sufrir a un animal. Pero cuando se hizo mayor fue un verdadero monstruo, uno de los peores hombres de quien la historia haya conservado el rastro. Hallaba un gozo diabólico en su crueldad.
Se cuenta que hizo prender fuego a la ciudad de Roma y se alegraba viendo las llamas, avivadas por el viento, devorar todo a su paso. Nada lo conmovía: ni el sacrificio de tantas vidas humanas, ni las inmensas pérdidas materiales.
Dominado por Satanás, Nerón se constituyó enemigo de Jesucristo y de los cristianos. Ordenó asesinar a muchos creyentes; unos fueron untados con pez y quemados vivos, otros fueron echados a las fieras de la arena y otros fueron sometidos a toda clase de torturas. Igualmente mató al apóstol Pablo, quien escribió numerosas epístolas del Nuevo Testamento.
Recordemos que ese monstruo de crueldad fue un joven amable y sensible, quizá como nosotros lo fuimos. En su corazón habitaba la misma raíz de pecado que hay en el nuestro. Aunque no hayamos cometido faltas graves, necesitamos ser salvos, porque la Palabra de Dios declara: “No hay justo, ni aun uno… todos pecaron” (Romanos 3:10, 23).
Pero ella también dice: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31). Él nos amó y murió en la cruz para quitar nuestros pecados (1 Corintios 15:3).
Fuente:LaBuenaSemilla.net

viernes, 7 de agosto de 2009

Disfrutaré El Ser Perdonado

No quisieron oír, ni se acordaron de las maravillas que con ellos hiciste; antes endurecieron su cerviz y, en su rebelión, pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Pero tú eres Dios perdonador, clemente y piadoso, tardo para la iray grande en misericordia, pues no los abandonaste.
Nehemías 9:17

Cuando en verdad nos damos cuenta de que todo lo que Dios ha hecho a través de los tiempos ha sido con el único propósito de establecer una relación íntima con nosotros, una relación que nos llene, vemos las cosas de una manera muy diferente a como las veíamos antes.
En realidad Dios no es lo que nos imaginamos, el Juez distante que está en el cielo tachando el nombre de las personas una tras otra a medida de que cada uno de nosotros falla en vivir de acuerdo a sus expectativas. En lugar de eso, Él es un Dios de amor que se angustia por la maldad que nosotros introducimos en nuestras vidas (y en las de otros), y la cual trae como resultado la muerte.
Cuando elegimos formas de creencias o de vida que sacan a Dios de la ecuación de tu vida, la pérdida que Él siente es más desgarradora que la pérdida multiplicada de cada padre en la tierra que sufre la muerte de un hijo.
Él nos creó a cada uno de nosotros de manera particular y con un propósito, deseando más que ninguna otra cosa compartir con nosotros toda Su vida para siempre. Se propone mantener la cercanía e intimidad de nuestra relación con Él a cualquier precio, aún cuando Él mismo tenga que pagarlo.
Así que, ¿cuál es el problema? Dios es Dios… ¿Es que no puede hacer Él lo que quiera? Si Él quiere hacer algo de una forma particular, rápida, así lo puede hacer, ¿cierto? ¿Por qué necesita ser mantenida y restaurada la relación de Dios con los seres humanos? ¿No podría Dios arreglar todo de una vez por todas, y hacerlo infalible?De esta forma todos podríamos vivir felizmente para siempre.
Esto nos lleva al asunto más central de toda la creación. En cierto modo, es toda la historia: el tema, la trama de cómo Dios trata con cada uno de nosotros. Con el fin de entender la magnitud de lo que Dios hizo por ti, primero debes captar una realidad que a las personas no les gusta oír mucho: el pecado.

La razón por la cual la mayoría de las personas no quiere hablar del pecado es sencilla. De cualquier manera que uno defina sus propios límites personales entre el bien y el mal, y entre el comportamiento aceptable e inaceptable, todos sabemos que hemos hecho mal. Nadie ha sido capaz de salir adelante en la vida de acuerdo con sus propios estándares de conducta. No lo entenderé a menos que sepa lo que es ser perdonado y hoy disfrutaré el haber sido perdonado.
Señor, gracias por darme el gozo y la bendición de haber sido perdonado.
En el Nombre de Jesús. Amén.

Dr. Daniel A.Brown.
Disfrute tu diario Vivir.
Fuente:RenuevoDePlenitud.com

Pediré A Dios Lo Que Conviene

Se congregaron los de Judá para pedir socorro al Señor; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Dios.
2 Crónicas 20:4
Qué y cómo debo pedirle a Dios? Pídele a Dios que te ayude en formas muy prácticas. Pídele que haga que las cosas funcionen cuando de otro modo no resultaría.
Dios quiere abogar por ti. A Él le importan las necesidades diarias de tu vida y quiere ayudarte con los pequeños detalles.Reflexiona sobre las cosas que has hecho mal en tu vida. Recuerda que el amor de Dios cubre una multitud de faltas y equivocaciones. Dios encubre las cosas para liberarnos de su poder humillante. Agradéceselo. Da gracias a Dios de que en cada momento de tu vida eres bendecido por Su amor.
El amor del Señor te consuela, te calma y te levanta. Cuando tengas necesidad de consuelo, debes saber que Dios siempre está justo ahí contigo. En la presencia de Dios el desánimo se transforma en valor y la esperanza se hace realidad.
Como parte de tu tiempo de oración con Dios, es posible que quieras incluir la siguiente oración:
Padre eterno.-
Estoy asombrado por la posibilidad de que Tú puedas realmente amarme de esta forma; estás tan lleno de deleite y eres tan acogedor. Ni mi corazón ni mi mente lo puede captar.Yo suponía que Tú serías menos íntimo, que estarías menos dispuesto a estar cerca de mí. Creo que ésa es la razón por la que me he quedado distante y he sido impersonal contigo, excepto en aquellos momentos de gran necesidad.
No eres impersonal ni remoto en lo absoluto, ¿verdad? Me abro a Tu amor asombroso, Señor, y pido que me ayudes a superar este tipo de temor hacia Ti.
Te agradezco porque no tengo que trabajar para ganarme Tu aprobación; fuiste Tú quien me quiso antes de que yo ni siquiera comenzara a quererte a Ti. Ahora vengo a Ti, con el deseo de confiar más en Ti por todas las cosas que Tu amor provee: ventajas, refugio, aliento, esperanza, misericordia y satisfacción.
Recibo el regalo de amor que me ofreces en la persona de Jesús, Tu Hijo.
Estoy tan humildemente agradecido que me recibas en Tu presencia por medio de Él, y de compartir con Él todos los privilegios de ser llamado Tu Hijo amado.
En el nombre de Jesús. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute Tu Diario Vivir.
Fuente:RenuevoDePlenitud.com

El refugio de la mentira

Granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo.
Isaías 28:17

Jesús… nos libra de la ira venidera.
1 Tesalonicenses 1:10

El mundo, pese a tantos motivos de turbación e inquietud, rehúsa considerar las advertencias de Dios, quien por medio de su Palabra anuncia “el juicio”. La mayoría de los seres humanos piensa que puede aprovechar lo mejor posible el momento presente y que no se debe ensombrecer esta vida pasajera con temores concernientes al porvenir, aun cuando los gozos son artificiales y numerosos los motivos de tristeza.

Claro que en general no deseamos ofender ni asustar inútilmente a nadie, pero dejar creer a nuestros contemporáneos que pueden vivir tranquilamente sin poner su vida en regla con Dios sería una mentira. La verdad es que habrá un juicio del cual no podrán escapar, y que aun “la tierra y las obras que en ella hay” serán presa de una terrible destrucción a causa de la iniquidad de los hombres (2 Pedro 3:10).

La falsa seguridad se acabará súbitamente. “El refugio de la mentira” será barrido por el granizo de la ira venidera. Como las aguas que se precipitan por una brecha abierta en una represa y devastan “los refugios” más escondidos, así los juicios caerán sobre este mundo. “¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?”, pregunta el profeta Jeremías (5:31).

Dios emplea con fuerza este lenguaje lleno de imágenes para despertarnos y salvarnos. No se trata sólo de calamidades pasajeras, por más terribles que sean, sino de nuestra suerte eterna. Sólo hay un medio de salvación: la fe en Jesucristo, “quien nos libra de la ira venidera”.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 5 de agosto de 2009

¿Qué significa el arrepentimiento?

Dios… ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.
Hechos 17:30


El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.
Proverbios 28:13

El verdadero arrepentimiento empieza por reconocer el desorden moral en el cual nos hallamos por naturaleza. Es el despertar de la conciencia que se vuelve a Dios. El ser humano que se arrepiente juzga sinceramente el mal que haya podido hacer, quizá no un pecado particularmente grave, sino el conjunto de una vida en la cual Dios no ha tenido lugar.

En el arrepentimiento se vislumbra la esperanza, hay un llamado más o menos expresado a la misericordia divina que uno percibe.

El arrepentimiento se manifiesta:
– por una tristeza sincera (Salmo 51),
– mediante la confesión, primero a Dios, porque él es el primer ofendido; luego, si conviene, a aquellos a quienes hemos perjudicado;
– apartándose de los pecados confesados.

El creyente guarda en su corazón el recuerdo de las faltas que lo humillan, pero al mismo tiempo se regocija por la gracia inmerecida que le fue otorgada. Así, el arrepentimiento es el primer movimiento hacia un Dios de quien se reconoce la autoridad.

En el verdadero arrepentimiento ya se manifiesta la fe, porque el que confiesa sus pecados tiene la esperanza de obtener el perdón. El arrepentimiento se traduce luego por un cambio completo en la manera de pensar y de vivir. Al aprender a conocer a Dios y al Señor Jesús mediante su Palabra, el arrepentimiento me hace estar plenamente de acuerdo con el juicio de Dios sobre el «yo».

Fuente:LaBuenaSemilla.net

La brújula mal orientada.


Procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
Hechos 24:16.

…manteniendo la fe y buena conciencia,desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos.
1 Timoteo 1:19.

Un barco iba a la deriva de manera inquietante y se acercaba peligrosamente a las orillas escarpadas que habría debido costear. Al buscar la razón, la tripulación se dio cuenta de que la brújula ya no indicaba exactamente el norte. ¿Cuál era la causa de esa anomalía? Fue necesario registrar todos los camarotes alrededor del puesto de mando para descubrirla. Era una gruesa pieza metálica imantada que un pasajero había traído a su camarote sin que la tripulación lo supiera. Había falseado la brújula, poniendo así en peligro al barco entero.

La conciencia puede ser comparada a una brújula. Normalmente, si el Señor Jesús tiene el control de nuestro corazón, nos orienta hacia el bien. Nos deja oír una voz interior cuando actuamos mal. Hace que nos sintamos incómodos en situaciones equivocadas, pero, como la brújula de nuestro relato, la conciencia puede ser falseada, perturbando así nuestro juicio. Puede tratarse de una ambición profesional, un fraude para con el fisco o el patrón, una relación impura, un pecado no confesado… El resultado de ello es que mi conducta no es correcta.

¿Pero cómo tener una conciencia sensible? Primero, aceptando que Dios ponga orden en mis pensamientos y me muestre todo lo que en mis deseos y prioridades toma el lugar del Señor Jesús. Luego, ordenando mi vida según las enseñanzas de Cristo. Él es el guía perfecto.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

martes, 4 de agosto de 2009

Ayuda al necesitado


La beneficencia

El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente.
Proverbios 22:9

De hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Hebreos 13:16

Dios ama al dador alegre.
2 Corintios 9:7

Un chico de una familia pobre a menudo era el objeto de burlas de sus compañeros. Se mofaban de su ropa, pero también a causa de su perseverancia en la oración y su confianza en Dios. Un día uno de ellos le preguntó: –¿Por qué sigues orando si el buen Dios nunca te contesta? ¡Por lo menos podría darte ropa como es debido! El niño permaneció silencioso un rato y luego respondió: –Dios siempre contesta; seguramente que ordenó a alguien ocuparse de ello, pero esa persona lo olvidó.

Quizás esta pequeña anécdota le habla como habló a mi conciencia. Nuestro modelo, Jesucristo, “anduvo haciendo bienes” (Hechos 10:38). Siempre estuvo dispuesto a ayudar a los que encontraba.

Jesús dijo a sus discípulos que cualquiera que diera un vaso de agua fría a un pequeñito no perdería su recompensa (Mateo 10:42).

Cuando estemos en el cielo será demasiado tarde para imitar a nuestro Maestro, porque ya no habrá necesidades. Alrededor de nosotros las oportunidades son numerosas: a nuestra puerta, en nuestra ciudad, entre los cristianos o los que no lo son. Pidamos a Dios que abra nuestra inteligencia y corazón para que discernamos las obras que Él preparó a fin de que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10).

Cuando tengamos, pues, la oportunidad, “hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gálatas 6:10).

Fuente:LaBuenaSemilla.net

¡Siempre la guerra!

La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan 14:27

La historia de la humanidad, la de todos nosotros, ¿no podría ser resumida en esa fórmula lacónica? En efecto, se parece a un incesante combate, desde el nacimiento hasta la muerte. El niño llega a este mundo gritando, como si su primera experiencia de pequeño hombre ya fuera traumática. Luego llora para que lo atiendan… antes de aprender a llorar porque la vida no es fácil. El adolescente se debate en una multitud de conflictos y a veces se rebela. Los adultos luchan unos contra otros y contra sí mismos, contra sus problemas y contra sus angustias… hasta el momento en que lucharán contra la muerte.

En esta triste vida terrenal, la palabra Evangelio aporta esperanza. Significa buena nueva. Dios se interesa por el hombre; conoce la desastrosa condición en la que se colocó el ser humano al rechazarle. Es un Dios todopoderoso que también es un Dios de amor. Entonces, ¿por qué no confiar en él? También es un Dios de esperanza. Entonces, ¿por qué desesperarse? Él conoce la causa de todo este sufrimiento e hizo lo necesario para remediarlo.

Dios dio a su Hijo unigénito para que seamos reconciliados con él. Aceptemos la paz que Jesús hizo al morir en la cruz para quitar nuestros pecados. El que cree, recibe la nueva vida que él nos revela en la Biblia. ¡Vale la pena leer este libro, creerlo… y vivirlo!

“Agradó al Padre… por medio de él (Jesús) reconciliar consigo todas las cosas… haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:19-20).

Fuente:LaBuenaSemilla.net