miércoles, 14 de octubre de 2009

Dejarse Enseñar por Dios

He aquí que Dios es excelso en su poder;¿qué enseñador semejante a él?
Job 36:22.

Hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido,sea por palabra, o por carta nuestra.
2 Tesalonicenses 2:15.

Tan solo necesitas abrir tu corazón a Dios, acercarte confiado a El y creer que su Palabra te llevará por un camino de sabiduría y enseñanza.

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”
- Salmo 90:12.

“Estaba Jesús orando… y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar como también Juan enseñó a sus discípulos”
- Lucas 11:1.

“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud”
- Salmo 143:10.

“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”
- Salmo 32:8.

“Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”
- Filipenses 4:12.

“La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”
- Tito 2:11-12.

“Habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros”
- 1 Tesalonicenses 4:9.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

sábado, 10 de octubre de 2009

No estaré Ansioso


“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” Fil 4:6.

A veces llegan cartas, otras veces son llamadas telefónicas. Algunas veces entrevistas o simplemente encuentros casuales o conversaciones familiares que dejan en mi corazón un hondo vacío que parece conducirme al afán, la angustia o la preocupación.

Quisiera dormir o pensar en otra cosa, pero no es posible. Persiste. Persiste insistentemente hasta robarme la paz y la quietud. Sin embargo, cuando leo palabras como las de Pablo a los Filipenses.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, la paz parece regresar, porque cuando llevó todo en oración al Señor, una fuerza interna me capacita para seguir.

Hoy necesito aprender a persistir en oración.

Hay muchas cosas que yo no recibo porque no pido, como lo dice Santiago. Pero sobre todo porque no soy persistente. Hoy quiero aprender a llenar la copa de la oración. Aprender a llenarla la copa intensamente y abundantemente.

En la oración la cantidad como la calidad es importante. Yo no puedo decir que poco pero bueno es lo más importante. Creo que necesito mantener el equilibrio entre la cantidad y la calidad. Que necesito hacer hoy cuando la ansiedad viene a hundirme?

El apóstol Pablo me da la orientación.

Cuando la ansiedad viene, necesito preguntarme que me está produciendo ansiedad y por lo regular la ansiedad viene cuando quiero tomar control de algo que escapa de mi control, porque lo que puedo controlar no me produce ansiedad.

Si hay algo que no puedo controlar eso me trae ansiedad, Pablo me dice que en ese caso sean conocidas mis peticiones delante del Señor. Lo que yo no puedo controlar, Dios lo puede controlar.

Esas peticiones serán llevadas con toda oración y ruego, pero esa oración debe ir acompañada de acción de gracias. El verso siguiente dice, que si hago eso..Entonces: La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará mi corazón y mi pensamiento en Cristo Jesús”.

La paz de Dios va más allá de mi entendimiento. Que buena esperanza, para Días tan ansiosos.

Señor. Yo se que uno de mis peores enemigos es la impaciencia.

La impaciencia rápidamente me lleva al desánimo. Señor enséñame una vez más a entender que las respuestas instantáneas no siempre son los caminos del cielo para hacer las cosas.

Tú me aconsejas siempre en tu Palabra a pararme y esperar quietamente ante el Señor. Yo se que aquellos que esperan en ti y te esperan a ti, sin aquellos que siempre ajustan sus agendas a la tuya y por lo tanto ellos heredaran la tierra.

Quiero ser uno de aquellos que en medio de la ansiedad, decide esperar pacientemente en su altar. Amén.

Dr. Serafín Contreras Galeano
http://www.serafincontreras.com/

Fuente:RenuevoDePlenitud.com

viernes, 9 de octubre de 2009

Se que Dios me proveerá mi Pan Diario

Me alegra Saber que Dios Siempre Tiene De Sobra.

“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra”
2 Corintios 9:8

Dios siempre tiene de sobra; le queda abundancia de gracia. El enemigo de tu corazón tratará de convencerte de que Dios debe racionar Sus almacenes de gracia, que Él sólo tiene recursos para otorgarte una cantidad limitada de gracia a plazos fijos (como un estipendio para niños).

El diablo quiere convencerte de que si necesitas gracia demasiadas veces a la semana o al día, Dios eventualmente tendrá que decirte: “Ya no hay más para ti por el momento. Vive sin mi gracia durante un tiempo, luego tal vez tendrás más cuidado y no la derrocharás tanto. ¿Crees que tengo provisiones ilimitadas para personas como tú?”

Una de las mejores formas de resistir las mentiras del diablo es citar las escrituras que directamente contradicen sus falsas declaraciones. Como esta: Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra. 2 Corintios 9:8.

¿Qué podrías decir ahora con el fin de contestar la mentira que dice que Dios deberacionar la gracia para evitar que se acabe? Dios nos extiende gracia con un perdón total y eterno para que nos dirijamos a Él, y no a nosotros mismos, para las necesidades de nuestras vidas diarias.

Por un lado, la gracia se ha encargado de nuestra eternidad: convirtiendo para siempre la condición en la que estábamos como pecadores a la condición en la que nos encontramos como santos. Pero Dios no quiere esperar hasta después de nuestra vida terrenal para extendernos gracia. A Él le encanta extendernos Su gracia justo ahora.

Hoy…Estoy dispuesto a recibir su gracia y entender que a Dios le sobre su gracia y no me la niega. Señor, en esta día vengo a ti con un corazón agradecido para alabarte y exaltarte por tu asombrosa gracia para un pecador como yo. Amén.

Dr. Daniel A Brown.

Fuente:RenuevoDePlenitud.com

martes, 6 de octubre de 2009

A los pies del Señor

Llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero.
1 Pedro 2:24

María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio,y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos.
Juan 12:3

Tres veces hallamos a María de Betania a los pies de Jesús.

En Lucas 10:39 se nos dice que María, “sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra”.

En Juan 11, cuando su familia pasaba por un gran duelo porque su amado hermano Lázaro había fallecido, nuevamente encontramos a María a los pies del Señor. Llorando, le declaró su tristeza: “Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano”.
Cuando Cristo resucitó a su hermano de entre los muertos, ella no sólo experimentó su compasión, sino que aprendió a conocerle como la resurrección y la vida.

El versículo del encabezamiento nos relata cómo ella quiso manifestar su aprecio al Señor. Sentía cómo el odio de la gente aumentaba contra aquel que era todo para ella. Seguramente sabía que él había hablado con los discípulos varias veces de su muerte en Jerusalén, pero no sabía cuánto tiempo le quedaba para mostrarle el valor que él tenía para su corazón. Por eso aprovechó la oportunidad que se le presentaba para ungir los pies del Señor con un perfume de gran precio.

Su único pensamiento era rendir la adoración, su aprecio y su homenaje al Señor. Ella lo hizo en honor a aquel a quien había aprendido a conocer como el Hijo de Dios. ¡Cuánto debió agradar esta adoración a aquel que había experimentado tanto odio y rechazo!

Hoy podemos traerle la alabanza de nuestros corazones salvados, aunque estamos rodeados de un mundo que sigue rechazándole.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

viernes, 2 de octubre de 2009

Gracia ante Los Ojos Del Señor (Favor de Dios)

“Mas Noé halló gracia ante los ojos del SEÑOR”
(Génesis 6:8).

La gracia cambia la condición en la cual te encuentras cuando Dios hace por ti lo que tú no podrías haber hecho por ti mismo. Lo que es más, la gracia siempre es una elección voluntaria hecha por alguien más fuerte, más poderoso o con más recursos y autoridad para hacerles el bien a los menos poderosos o capacitados.

La gracia nunca es obligatoria o necesitada. En otras palabras, “encuentras favor” con alguien y recibes algún tipo de tratamiento especial sin ninguna otra razón que su decisión de elegirte. Nada puede explicar por qué han elegido beneficiarte a ti y no a alguien más.

La gracia es concedida y otorgada, pero nunca es ganada o merecida. Encuentras favor a los ojos de otros; no es que primero ven algo admirable en ti, o que les ofrezca ventajas, y luego te conceden favor como resultado del potencial que pueden ver en ti. De hecho, la gracia casi siempre nos llega sorpresivamente. Estamos confundidos por lo que vemos en los ojos de otros, porque no podemos ver nada en nosotros que explique por qué nos miran favorablemente. No puedo creerlo, pero creo que es cierto; realmente le agrado por alguna razón.

El favor está en ellos; la gracia se origina en ellos y nosotros sólo somos recipientes de esa gracia.
Cuando un adulto en un estadio atrapa una pelota que se desvió de la cancha, y luego se la ofrece a un niño que está tres filas arriba, uno entre varios niños alrededor de él, esa es gracia en acción. Nada en el niño atrajo el regalo de la pelota hacia sí mismo; algo en el corazón del hombre lo inspiró para darle la pelota al niño.

Por esta razón, Dios dice: “tendré misericordia del que tendré misericordia, y tendré compasión de quien tendré compasión” (Éxodo 33:19).
El énfasis no está en la gracia como un acto caprichoso, llevado a cabo al azar y de forma impredecible por un Dios caprichoso que sólo hace lo que Él quiere. Más bien, Él quiere que sepamos que la decisión de elegirnos ocurrió mucho tiempo antes de que nosotros hiciéramos algo digno de un trato favorable . Es Su gracia en acción; no el resultado de nuestras acciones.

La gracia no evalúa a las personas y su comportamiento para determinar si se la merecen o no. Dios no elige a Su pueblo debido a cualidades especiales que Él ve en ellos; los elige porque los ama .

Los padres eligen tener un bebé, a quien amarán simplemente porque es de ellos; no eligen amar a un bebé a quien ya tienen.

Por eso es que hoy por pura gracias, tendré favor ante sus ojos.
Gracias Señor, por mirarme con tu mirada de Gracia. Responderé a tu gracia con Gracias.
En el Nombre de jesús. Amén

Dr. Daniel A. Brown.
Fuente:RenuevoDePlenitud.com

Guardaré la sabiduría como a un rubí

Nuevo corazón, nueva vida

Engañoso es el corazón más que todas las cosas,y perverso; ¿quién lo conocerá?
Jeremías 17:9.

Os daré corazón nuevo,y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros.
Ezequiel 36:26.

Pocas personas están verdaderamente satisfechas con su destino. La gente se queja de todo: de los demás, del tiempo, de la mala suerte, de Dios, a quien se hace responsable de todos los problemas. Y cada uno desea tal o cual cambio que le devolvería la alegría de vivir.

Está claro que algo tiene que cambiar en mi vida, pero primeramente es necesario determinar con honestidad la verdadera causa de mis decepciones e inquietudes. La Palabra de Dios me muestra esta causa. Lo que me impide ser feliz no son mis circunstancias, sino mi estado interior. No son los demás, sino yo mismo; no son mis costumbres, sino mi corazón. Éste es profundamente malo, declara la Escritura. Es el gran responsable de mi perpetua insatisfacción. Ahí es, pues, donde debe haber un cambio.

¿Lo conseguiré por mis propios esfuerzos? A este respecto la Biblia también es muy clara. Yo mismo no puedo cambiar mi corazón: un reloj no puede, por sí mismo, arreglar o cambiar su mecanismo dañado. La intervención de un relojero es necesaria. Del mismo modo, nosotros también necesitamos la mediación de nuestro Creador.

El que nos dio la vida también quiere darnos, por medio de Jesucristo, una nueva vida, es decir, un nuevo corazón capaz de recibir su amor, y de esa manera estar satisfecho, a pesar de todo.

“Dios, que es rico en misericordia… aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo” (Efesios 2:4-5).

Fuente:LaBuenaSemilla.net