miércoles, 22 de diciembre de 2010

“Esto os servirá de señal”

Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Lucas 2:11-12

Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Isaías 55:9

Cuando Dios quiso revelarse al mundo, no se manifestó con una demostración de poder y de gloria, sino que dio la más humilde señal de su presencia: “un niño acostado en un pesebre”. Esta señal tan discreta permaneció desapercibida para la mayoría, pero para los pocos que esperaban al Mesías prometido, era la señal del cumplimiento de las promesas de Dios. Así un anciano, Simeón, tomó al niño Jesús en sus brazos y exclamó: “Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz… porque han visto mis ojos tu salvación” (Lucas 2:29-30).

Sí, los pensamientos de Dios son infinitamente más altos que los nuestros. Nadie habría podido imaginarse que Dios se haría hombre y que el Rey de los reyes nacería en un establo. Dios invierte nuestras nociones de grandeza. El rey que acababa de nacer en Belén haría su entrada en Jerusalén, no sentado en un carro, sino en un asno.

No vino para enriquecerse, sino para enriquecernos a nosotros. Jesús no vino para dominar, sino para servir; no vino para someter, sino para dar su vida por nosotros. Se rebajó y fue al encuentro de los pobres, los enfermos, los pecadores, para revelarles el inmenso amor de Dios, ese amor “que excede a todo conocimiento” (Efesios 3:19). ¡Al morir en la cruz demostró cuánto ama a cada hombre!

Fuente:LaBuenaSemilla.net

jueves, 2 de diciembre de 2010

Mirad las aves…

Desde las ventanas de mi casa puedo observar diariamente una postal de Mateo 6:26, el conocido pasaje bíblico, donde Jesús nos insta a mirar las aves del cielo. Nunca antes las había observado con detenimiento, ya que durante mucho tiempo viví en una ciudad y allí las aves no tenían espacio dentro de mi agenda. Aunque debo confesar que, alguna vez, me han llamado la atención esas palomas que enfilan hacia un mendrugo de pan ubicado sobre la acera.

Cada mañana, aves de diversas especies se preparan para recibir el alimento diario. Fru-tos de distintos árboles —entre otras cosas— sirven de vianda para estas peregrinas que desconocen el afán y la ansiedad y que, confiadamente, reciben al nuevo día con la tranquilidad de saber que su Creador ya les proveyó el sustento necesario para v ivir. Es asombroso verlas en verano sobrevolar los árboles con el objetivo de elegir la mejor porción, pero también es cautivante verlas en invierno tomar el alimento de parte de una mano bondadosa que, pese a la nieve, les acerca la ración del día.

Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? Mateo 6:26

En muchas oportunidades el afán y la ansiedad nos asedian. La preocupación por el futuro, el temor a los cambios económicos y políticos, la incertidumbre y la inestabilidad laboral parecieran cercarnos y decirnos que no estamos errados al sentirnos ansiosos. Pero curiosamente las palabras de Jesús en el pasaje citado nos dicen todo lo contrario.

Tal vez en este momento de nuestras vidas nos encontremos en una situación donde el mañana nos tiene amenazados, pero creo que nada puede ser tan grave como par a impe-dirnos levantar nuestra mirada en fe hacia el Señor y apropiarnos del ejemplo de las aves. Ellas no vuelan impulsadas por la desesperación, sino que lo hacen tranquilas, sabiendo que su mañana está bajo el control de su Creador.

Dios nos invita a sus hijos a dejar de lado la preocupación, el temor y la ansiedad, pues él tiene cuidado de nosotros:

Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.1 Pedro 5: 7

El poder pararnos en el presente, a la luz de lo que dice Dios, nos dará la respuesta a todos nuestros interrogantes y nos fortalecerá la fe. De esta manera, el mañana y los problemas ya no se verán más como una amenaza, sino como una nueva oportunidad que nos permitirá comprobar —una vez más— que Dios tiene todo bajo Su control.

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Filipenses 4:6

Fuente: Portal de la Iglesia Latina, Patricia Götz

miércoles, 1 de diciembre de 2010

“¡Hombre de Poca Fe!”

Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo:
¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mateo 14:31

Cristianos, reconozcamos que a menudo merecemos ese reproche lleno de amor que Jesús dirigió a Pedro, cuando empezaba a hundirse en el mar. El viento agresivo de la prueba a veces nos desestabiliza. En tales momentos, recordemos cuatro verdades esenciales:

En primer lugar el Señor resucitado promete a los suyos: “He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20). En ese “todos los días” están incluidos los días de prueba.

En segundo lugar, está escrito: “A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Algunas nos hacen llorar, pero también nos ayudan.

En tercer lugar dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6). Ninguna necesidad está, pues, excluida de los temas que podemos llevar al Señor. Quizás él no responda inmediatamente, como lo desearíamos, pero podemos estar seguros de que lo hará a su tiempo y a su manera; mientras tanto, la paz de Dios llenará nuestro corazón.

Por último, recordemos que él es el “Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones” (2 Corintios 1:3-4). Frente a nuestras penas, los consuelos del Señor siempre sobrepasarán nuestras espectativas.

“Sometida a prueba vuestra fe… sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 1:7).

Fuente:LaBuenaSemilla.net

¿Estar equivocado?

Jesús les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?
Marcos 12:24

Jesús tuvo que reprender frecuentemente a los sabios de Israel, los jefes y los principales del pueblo, quienes se oponían a él y le tendían trampas.

Contestaba de manera irrefutable a los que le interrogaban y trataban de ponerle en un aprieto mediante preguntas capciosas, y agregaba: “Erráis, ignorando las Escrituras” (Mateo 22:29).

Hoy en día mucha gente también discute, razona, y argumenta. Habla de lo que cree, de lo que siente y piensa. Pero, ¿Por qué está equivocada? Porque no conoce ni comprende las Escrituras ni el poder de Dios.

Aun la gente religiosa habla de sus concepciones personales, de su manera de ver, de las opiniones de sus conductores o maestros… Algunos tienen conceptos extraordinarios acerca de Cristo mismo. Pero, ¿Es ésta una base fiable para construir nuestra vida presente y garantizar la venidera?

Para comprender la verdad de Dios es necesario leer su Palabra, la Biblia, y meditarla. Pero aun esto no sirve de nada si no tomamos la actitud de un niño, dejando a un lado nuestras interpretaciones, para recibir humildemente lo que Dios quiere decirnos. Por su Espíritu él nos comunica su conocimiento. ¿Estamos dispuestos a someternos a las Escrituras y a experimentar así el poder de Dios?

En su Palabra Dios nos da a conocer todo lo que necesitamos para alcanzar la salvación de nuestras almas y ser guiados en esta vida.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

martes, 9 de noviembre de 2010

¿Quién tiene razón, Dios o el mundo?

El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Juan 3:36

Si pudiéramos ganarnos el cielo por medio de nuestras cualidades naturales, Dios no hubiese dicho: “No hay justo… no hay quien haga lo bueno” (Romanos 3:10-12).

Si pudiéramos adquirir la salvación mediante nuestras obras, Dios no hubiese dicho: “Por gracia sois salvos… esto no de vosotros, pues es don de Dios… para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Si pudiéramos ser salvos obedeciendo a los diez mandamientos, Dios no hubiese dicho: “Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado” (Romanos 3:20).

Si pudiéramos comprar nuestra salvación, Dios no hubiese dicho: “Ninguno de ellos podrá en manera alguna… dar a Dios su rescate” (Salmo 49:7).

Si pudiéramos mejorarnos y obtener la salvación mediante nuestros propios esfuerzos, Dios no hubiese dicho: “Engañoso es el corazón… y perverso” (Jeremías 17:9).

Si la salvación pudiera depender de nosotros, a la pregunta de los discípulos: “¿Quién, pues, podrá ser salvo?”, Jesús no hubiese contestado: “Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:25-27).

“Todos los que creen… (son) justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre” (Romanos 3:22-25). “El que en él cree, no es condenado” (Juan 3:18).
Fuente.LaBuenaSemilla.net

viernes, 5 de noviembre de 2010

Salmo 103


Salmo de David.

1 Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.
2 Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;
4 él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión;
5 él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas.
6 El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos.
7 Dio a conocer sus caminos a Moisés; reveló sus obras al pueblo de Israel.
8 El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.
9 No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente.
10 No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades.
11 Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra.
12 Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.
13 Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.
14 Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro.
15 El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo:
16 sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno.
17 Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos,
18 con los que cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra.
19 El Señor ha establecido su trono en el cielo; su reinado domina sobre todos.
20 Alaben al Señor, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen su mandato.
21 Alaben al Señor, todos sus ejércitos, siervos suyos que cumplen su voluntad.
22 Alaben al Señor, todas sus obras en todos los ámbitos de su dominio. ¡Alaba, alma mía, al Señor!

jueves, 4 de noviembre de 2010

Las promesas de Dios

Abraham… se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.
Romanos 4:16, 20-21

Fiel es el que prometió.
Hebreos 10:23

Él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
Hebreos 13:5

Para el que busca la paz interior: “Todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Lucas 11:10).

Para el que tiene problemas: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7).

Para el que está enfermo: “Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

Para el que busca su senda con oración: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmo 32:8).

Al que se halla ante la muerte: Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25).

Para el que se siente en peligro: “El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmo 121:8).

Para quien sabe que es culpable: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
Fuente:LaBuenaSemilla.net

lunes, 4 de octubre de 2010

Fe y certidumbre

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Hebreos 11:1

El justo vivirá por fe.
Hebreos 10:38

“Yo sé”, o “sabemos”, son expresiones claves de la fe. Ésta es una convicción fundada no en una demostración de la mente humana, sino en las declaraciones de la palabra de Dios, la Biblia. Abarca tres aspectos:

El pasado: Sabemos que todas las cosas, las visibles y las invisibles, fueron creadas por la palabra de Dios. A causa de la desobediencia del hombre, el pecado entró en el mundo, y por él el sufrimiento y la muerte. Pero desde la eternidad pasada, Dios tenía ante sí a su Hijo, Jesucristo, quien, mediante su obra en la cruz salvaría a todos los que creen en ella.

El presente: “Yo sé a quién he creído”, puede decir el creyente (2 Timoteo 1:12). La Palabra de Dios le da la certeza de ser salvo, pues su salvación está basada en la obra de la cruz. Tiene, pues, la paz. También puede decir: “Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Las circunstancias de la vida no lo asustan porque sabe que una mano bondadosa está por encima de ellas para velar por su bien presente y eterno.

El porvenir: “Sabemos que si nuestra morada terrestre… se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa… eterna, en los cielos” (2 Corintios 5:1). Así el creyente no siente terror ante la muerte, pues sabe que al dejar esta tierra estará con Cristo (Filipenses 1:23).

Quienes creen la Palabra de Dios son los que poseen estas profundas convicciones.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

martes, 28 de septiembre de 2010

«Creo sólo lo que Veo»

A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo,que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Juan 1:18

Esta es la respuesta de muchas personas cuando se les habla de Dios. El hombre moderno quiere ser lógico. Quiere una demostración científica de la existencia de Dios. Pero esta realidad escapa a los instrumentos de medición, porque Dios es Espíritu, y por consiguiente, también es el Dios invisible.
Si los científicos creen en la existencia de partículas atómicas que nunca han visto, sencillamente porque constatan sus manifestaciones indirectas mediante los experimentos, con mayor razón debemos creer en Dios cuando da testimonio de sí mismo.

Por medio de la creación, Dios habla a todo ser humano. Un científico ateo reconoció que biológicamente le parecía difícil explicar por medio de la casualidad incluso una sencilla flor.

Mediante su Palabra Dios nos revela, a la vez, lo que Él es y lo que somos nosotros. Es una espada que desnuda los pensamientos más secretos de nuestro corazón, un espejo que nos devuelve una imagen de nosotros mismos sin maquillaje.
Pero ante todo la Biblia nos revela a Dios, su amor y su maravilloso don: su Hijo Jesucristo, muerto en la cruz para salvar a los hombres y resucitado por su poder. Sí, Dios se revela de manera íntima y maravillosa a aquel que tiene el sincero deseo de conocerle.

¿Quiere comprobar esto diciendo sincera y sencillamente a Dios: «Oh Dios, si existes verdaderamente, entonces revélate a mí»?
Dios oye tales oraciones, lee las intenciones del corazón y responde. Sí, Él es un Dios vivo.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

viernes, 17 de septiembre de 2010

Una Trampa Desbaratada

La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos,vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.
Tito 2:11-12.

Jesús se hallaba en el templo, revelando la gracia de Dios. Unos hombres bien conocedores de la ley del Antiguo Testamento le trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, acusándola sin contemplaciones, pero Jesús les dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Juan 8:7).

Estas palabras han llegado a ser un dicho para acusar la conciencia del acusador. De hecho, estos hombres tendían una sutil trampa a Jesús: si Él era el Mesías lleno de gracia, no podía condenar a esta mujer, mas si no la condenaba, ¡transgredía la ley de Dios y no podía ser el Mesías!

Para Jesús, el Hijo de Dios, no era difícil desbaratar una trampa. Respondió sin contradecir la ley, pero señalando que esos hombres estaban descalificados para utilizarla a fin de condenar a los demás. No hay dos aplicaciones diferentes de la ley, una severa para los demás y otra indulgente para uno mismo. Entonces, como ninguno tenía la conciencia limpia, salieron uno a uno, y Jesús se quedó solo con la mujer. Él le dijo: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (v. 11).

Jesús no dijo que el pecado no era grave, ni mucho menos, pero afirmó que en ese momento Él no era un juez. Al contrario, Él había venido a la tierra para salvar a los hombres. Iba a dar su vida en rescate por los pecados, por los de esa mujer, por los míos y por los suyos.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

El Ejemplo de los Primeros Cristianos

Perseveraban en la doctrina de los apóstoles,en la comunión unos con otros,en el partimiento del pan y en las oraciones.
Hechos 2:42.

Cuatro cosas caracterizaban a esos cristianos en los primeros días del cristianismo: Eran reconocidos por su gran interés en ser enseñados en la doctrina cristiana a través de los apóstoles; gozaban entre ellos de las bendiciones comunes; participaban regularmente del partimiento del pan y no se olvidaban de orar en conjunto. ¿Pueden nuestros prójimos notar estos mismos rasgos distintivos en nosotros, cristianos de la época actual?

Aquellos creyentes tenían como centro a Jesucristo, su Salvador y Señor. Se reunían y oraban a Dios en Su nombre. Anunciaban Su muerte celebrando la cena del recuerdo (1 Corintios 11:26).

En la medida en que cada corazón estaba lleno del Señor y se sentía atraído por Él, los corazones de los creyentes se unían entre sí. Esta era la comunión en la cual permanecían. ¿Es esto posible hoy en día? ¡Sí, por supuesto! El Señor Jesús, a quien conocemos, y la doctrina cristiana, tal como la encontramos en el Nuevo Testamento, no han cambiado. Si esto llena nuestro corazón y es el motivo de nuestro interés, seguramente hallaremos a otros que comparten ese mismo interés y se gozan en el Señor. Con ellos podemos tener comunión.

El apóstol Pablo exhortaba a Timoteo, su compañero de trabajo: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Timoteo 2:22). Esto también vale para nosotros.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

La Fe Cristiana es Confianza en Dios

Tú guardarás en completa paza aquel cuyo pensamiento en ti persevera;porque en ti ha confiado.
Isaías 26:3.

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;porque os es necesaria la paciencia,para que habiendo hecho la voluntad de Dios,obtengáis la promesa.
Hebreos 10:35- 36.

Uno de los aspectos más importantes de la fe es la confianza. Este es uno de los asuntos más desconocidos y peor vividos, aun por los cristianos. La fe no es hacer, sino creer y luego estar en relación con Dios, confiando en Él y entregándose a su bondad.

Cuando me doy cuenta de que soy realmente culpable ante Dios, mi único recurso es remitirme a su gracia. Cuando tengo conciencia de que estoy verdaderamente perdido, y que no puedo arreglármelas solo, miro al Señor Jesús, mi Salvador. Esto es fe.

Confiar en Dios es contar con Él, esperar en Él para que obre en mi vida. La búsqueda de apoyos humanos es lo contrario de la fe en Dios. Cuando oremos, aprendamos a encomendar todo al Señor: nuestras circunstancias, nuestro porvenir, nuestra familia, nuestros amigos… Esta confianza en Dios trae paz al corazón, serenidad en la prueba.

Cristianos, confiar en Dios también es aprender a decir «sí» a Jesús: es responder a su invitación cotidiana a seguirle, recibir las promesas de su Palabra, conformarse a su voluntad. Ese «sí» es un compromiso que se extiende a toda nuestra vida. El que cuenta con el Señor recibe la fuerza y las directivas que vienen de Él para obrar. Sólo la fe nos hace capaces de servirle y parecernos a Él.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

viernes, 4 de junio de 2010

Un Héroe de 9 años


Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo. 1 Samuel 17:32

Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 1 Samuel 17:45

Cuando mi hijo estaba en segundo grado yo era el líder de su Compañía de Lobatos. Antes de que iniciase su tercer grado, un líder de los Lobatos me llamó y me preguntó si podía tomar otro niño. Teníamos un grupo grande y sabía que no sería fácil, pero eso lo compartía todo el mundo en este grupo de edades.

El problema era que Tray era un paciente de cáncer y le habían amputado una pierna a nivel de la rodilla. Tuve un tiempo difícil colocando mi mente en orden para exponer a "mis" muchachos a lo que yo estaba seguro acabaría en mucha angustia y tristeza para todos nosotros. Finalmente decidí aceptarlo, pero antes de que pudiera decirle sí a nuestro líder llamé a todos mis padres para dejarles saber lo que planeaba hacer y recibir su retroalimentación.

A una voz, todos apoyaron mi decisión. Sólo una madre verbalizó los temores que yo tenía por el bienestar emocional de mis muchachos, pero ella también apoyó mi plan. Sentimos que nos ayudaría a enseñarles compasión y generosidad, ¡así fue y también a nosotros!

Cuando Tray llegó descubrí que no sólo tenía severos problemas físicos y de salud, sino que su familia era increíblemente pobre. Pero querían que Tray tuviese todas las experiencias que pudiese en lo que probablemente sería una vida corta. Sus padres hicieron lo mejor que pudieron para proveerla.

Tray fue sin duda el miembro más entusiasta de nuestra compañía. No hubo nada que no intentase hacer. Cuando hicimos las cosas para sus medallitas, él estuvo en todo, y a menudo se destacaba. Todos mis muchachos le animaban y le ayudaban cuando podían, lo que también se extendió a la vida escolar.

Aún en el segmento de condiciones físicas de nuestro programa le fue bien, mejor que a la mayoría, excepto por el salto largo. Tray simplemente no podía llegar lo suficientemente lejos para cumplir con los estándares del Manual de Lobatos para alcanzar esta medalla. Lo pasé en esta porque deduje que las habilidades estaban escritas para muchachos con dos piernas y ya que Tray sólo tenía una, su meta debería ser tan sólo la mitad de la de los demás muchachos. Tray logró esa mitad y mucho más; de hecho quedó un poquito por debajo del mínimo de todas maneras.

Todos avanzamos a través de los rangos de Tigre, Lobo, Oso y León y llegamos a Webelos. A través de los años, nuestro liderazgo se aseguró de que de alguna manera Tray tuviese todos los sombreros, partes de uniforme, etc., necesarias para que estuviese a la par de los demás. La mayoría del tiempo sabía que alguna de las cosas requeridas no estaban al alcance del presupuesto de sus padres pero buscaron la forma y cuando no podían, nosotros nos asegurábamos de que pasase.

Todos sufríamos con Tray los días en que acababa de salir de la quimioterapia y estaba tan enfermo que no podía caminar diez minutos sin ir al baño. Pero él estaba allí con todos nosotros e insistía en venir a las reuniones cuando cualquiera de nosotros -adultos o niños- hubiésemos estado demasiado enfermos para asistir.

Justo antes del final del programa de Lobatos los llevé a todos a una reunión de Niños Exploradores para que vieran cómo era y para ayudarles a tomar la decisión final sobre si continuaban en el programa de los Exploradores. Tray estaba listo. Le ayudé a escoger una Tropa y le presenté a su líder y demás para prepararlo para su sexto grado cuando pasaría a los Exploradores.

Mi momento de mayor orgullo fue observar a todos mis muchachos pasar por la ceremonia de "Flecha de Luz", incluyendo a Tray. Esta ceremonia marca la transición de Lobatos a Exploradores si escogen continuar. Los intereses de mis demás muchachos habían cambiado a través de los años y ahora estaban en los deportes, las bandas y otras cosas; pero no así con Tray, él sería mi único Niño Explorador.
El verano previo al sexto grado vino y se fue y justo antes de que comenzara el siguiente año escolar, Tray se nos fue. Me gusta pensar que simplemente se fue para ingresar en otra Tropa cuyo líder es mucho mejor que lo que yo jamás podré ser.

Todos aprendimos mucho de Tray; "mis" muchachos, sus padres y yo. Sí, hay un plan y propósito para todos nosotros y, creo, no ser el único en esta comunidad con un héroe de nueve años.

Ahora, cuando estoy en situaciones difíciles, pienso a menudo cómo las hubiese manejado Tray. Esto hace el camino mucho más fácil ya que sé que él hubiese enfrentado el desafío con gusto y celo que ningún otro y finalmente triunfado al final.

Fuente:RenuevodePlenitud.com
James Garner
Enviado por El pensamiento del Capellán.

sábado, 29 de mayo de 2010

Ir de prisa


Cierta vez, un conductor se desplazaba por una autopista a una velocidad excesivamente alta, cuando, de repente justo después de una curva aparece un hombre parado en medio de la vía, haciendo señal de parada con los brazos y de una forma desesperante.

El conductor, sorprendido y a la vez asustado, toca insistentemente la bocina para ver si así el individuo se quitaba del camino. Pero fue inútil, el hombre seguía haciendo señal de pare con sus brazos.

Debe de estar loco, dijo el conductor mientras pisaba el freno provocando un fuerte chillido y dejando dos largas marcas negras en el pavimento, logrando así detener el auto antes de chocar a aquel hombre. Muy enojado, se desmonta del carro y, estrellando la puerta, se dirige hacia el hombre y le dice: Acaso no tienes ojos? No ves lo peligrosa que es esta carretera y te atraviesas en ella como si nada? O acaso eres loco para no ver el peligro que corres?

No, señor, no estoy loco, le contesto el individuo. Lo que pasa es que el puente que esta en la próxima curva acaba de desplomarse; y sabía que, si no hacia algo, usted, en este momento, ya estaría muerto. Tuve que arriesgar mi vida para ver si podía salvar la suya.

Quizás, en la carretera de tu vida algún "loco", te ha obstaculizado el paso para hablarte del Amor de Dios y te has enojado sobremanera porque vas MUY A PRISA.

Quizás hoy yo este obstaculizando tu camino quitándote unos minutos; pero, que habría pasado si el conductor hace caso omiso al individuo del camino?, que crees que pasara a los que oyen la advertencia de la palabra de Dios y la ignoran?

Quien tiene oídos para oír, oiga. Mateo 13:9
¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Dios? Salmos 107:43
Oirá el sabio, y aumentará el saber; Y el entendido adquirirá consejo; Proverbios 1:5
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
Fuente:RenuevodePlenitud.com

El manantial de la vida

El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Salmo 27:1

Contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.
Salmo 36:9

Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo.
Salmo 16:11

Un muchacho convalecía acostado en una camilla, había tratado de suicidarse. Así explica su decisión y su desaliento: «De nuestra sociedad no se puede sacar nada; sus intereses son únicamente materialistas. No puedo vivir así».

Hoy en día, ¡cuántos jóvenes piensan igual! Se sienten desamparados frente al porvenir, sin ninguna esperanza ni seguridad moral frente a la muerte y al más allá. ¿Nos dejaría Dios sin certezas? ¡Desde luego que no! La Biblia me enseña que Dios es “el manantial de la vida”, es decir, su origen y su meta.

Dios trata de entrar en contacto conmigo, no soy sólo un ser material. Él dice que su proyecto para mí es darme a conocer “la senda de la vida”, que su presencia será para mí la fuente de mi gozo, independientemente de las circunstancias.

Esto no significa que todo irá necesariamente bien, pero si tengo dificultades en el camino, hallaré en él la energía necesaria para seguir: “El Señor es la fortaleza de mi vida”. Al venir a esta tierra el Señor Jesús ilustró este mensaje divino. Nuestra vida tiene valor a sus ojos: la estimó tan preciosa que dio la suya para salvarnos.

Padres, no descuidemos esta parte de la herencia que debemos transmitir a nuestros hijos. Porque en una vida en la que quizás no les falte ningún bien material, estarán desamparados frente a las verdaderas preguntas.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

lunes, 17 de mayo de 2010

“En Dios hay perdón”


Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano… ni dar a Dios su rescate.
Salmo 49:7

Dios tuvo de él misericordia… halló redención.
Job 33:24

Jesucristo… se dio a sí mismo en rescate por todos.
1 Timoteo 2:5-6

No se puede volver a empezar la vida. El anciano no puede corregir lo que hizo mal en su juventud, pero lo que sí puede hacer es mirar al pasado con la mirada divina y suplicar a Dios que le perdone sus pecados. Quizá lo diga llorando, con el corazón quebrado y avergonzado por haber ofendido a Dios frecuentemente. Tal vez en ese pasado cometió pecados que hoy le parecen imperdonables. Pero Dios dice: “Miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra” (Isaías 66:2).

Dios es justo y no puede pasar por alto el pecado sin castigarlo; sin embargo, él perdona al pecador. ¿Cómo conciliar la justicia de un Dios santo que exige un castigo, con su gracia que perdona? Su gloria es poder conciliar el uno con el otro. Su Hijo amado soportó en nuestro lugar el castigo que merecíamos, para que Dios pudiera perdonarnos con toda justicia.

Por eso Dios no pide nada al hombre pecador, excepto que reconozca su culpabilidad y crea que Cristo cargó con ella en la cruz, muriendo por él.

¡Cuán inefable es el divino amor! ¡Cuán grande es! ¡Cuán digno de loor! Puro, esplendente en la redención, Es manantial de toda bendición.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

viernes, 14 de mayo de 2010

¿Quién Será el Mayor?


El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir,y para dar su vida en rescate por muchos.
Marcos 10:45.

La gloria del reino, cuyo rey sería Cristo, ocupaba un lugar importante en los pensamientos de los discípulos del Señor. Ante todo se interesaban por saber qué posición ocuparían, siendo ellos los compañeros de Jesús.

En este mundo, la grandeza y el poder se comprueban dominando sobre los demás y ejerciendo autoridad. Entre los discípulos del Señor, la grandeza se manifiesta de manera muy diferente: “El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos” (Marcos 10:43-44). Por lo tanto, la verdadera grandeza se hace visible al servir.

El Señor no sólo predicó esta grandeza, sino que también la demostró en su servicio. Aquel que sin duda alguna era el más grande decía de sí mismo que no había venido para ser servido, sino para servir (Marcos 10:45).

¡Qué brillante ejemplo! ¿Quién era tan grande como él antes de venir a la tierra? “Millares de millares le servían”. Sin embargo, el que era Dios “se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”. Tomó el último lugar, “haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:7-8). Nunca pensó en sí mismo ni en su propia honra. Siempre sirvió a los demás y finalmente dio su vida en rescate por muchos.

¡Cuán suficiente es esto para darle la preeminencia en todo! Ahora Él ocupa la posición más alta en el cielo.
Fuente:LaBuenaSemilla.net

Descuido


La pereza hace caer en profundo sueño,y el alma negligente padecerá hambre.
Proverbios 19:15.

No descuides el don que hay en ti…Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas,para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.
1 Timoteo 4:14-15.

A primera vista no parece que la negligencia sea un defecto muy grave. En realidad todo depende de las consecuencias que resulten de ella. Cualquier descuido de un chófer será juzgado culpable si provoca un accidente.

Hay un campo, el de nuestra situación ante Dios, en donde la negligencia puede conducir a las más trágicas consecuencias. Muchas personas tienen la intención de interesarse por ese asunto, pero no en seguida. Descuidan una “salvación tan grande” (Hebreos 2:3). Ahora es cuando debemos escuchar lo que Dios nos dice acerca de nuestro porvenir eterno y aceptar a Jesús como Salvador.

Nosotros, los cristianos, también corremos el riesgo de ser negligentes. Si bien nuestro porvenir eterno está asegurado por la obra perfecta de Cristo, somos responsables de vivir nuestro cristianismo, de aprovechar las oportunidades para dar testimonio de Cristo y de hacer las buenas obras que “Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

¿Ha notado usted cuántos obstáculos interiores y exteriores nos detienen en nuestra vida cristiana? Si mis flaquezas me impiden ser útil a mi prójimo, Dios hallará otros testigos. Pero en el día de las recompensas, ¿mi Señor y Maestro podrá decirme: “Sobre poco has sido fiel… entra en el gozo de tu señor”? (Mateo 25:21).
Fuente:LaBuenaSemilla.net

Pensamientos


Guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera;porque en ti ha confiado. Confiad en el Señor perpetuamente.
Isaías 26:3-4.

Atribuir la creación a una fuerza indefinida antes que al Creador da la ilusión, al ateo, de escapar de su responsabilidad, de sus deberes y de las cuentas que deberá rendir a Aquel que le dio la vida.

- Del mismo modo que ninguna piedra puede ser pulida sin fricción, ningún ser humano puede perfeccionar su experiencia sin ser probado.

- Lo que caracteriza a la fe es que ella cuenta con Dios, no sólo a través de las dificultades, sino frente a imposibilidades.

- Dios no pone una carga sobre nuestra espalda para deslomarnos, sino para que nos arrodillemos. ¡Oremos a Él sin tardar!

- Dios permite la tempestad para demostrar que Él es el único refugio.

- Si te parece que Dios está muy lejos… reflexiona: ¿quién fue el que se alejó?

La oración es la llave de la mañana y el cerrojo de la noche.“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado”. “Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré” (Salmos 4:8; 5:3).

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Hoy No Me Avergonzare

miércoles, 28 de abril de 2010

Testifico que me ha ayudado el Señor

Descuido


La pereza hace caer en profundo sueño,y el alma negligente padecerá hambre.

Proverbios 19:15.


No descuides el don que hay en ti…Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas,para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.

1 Timoteo 4:14-15.


A primera vista no parece que la negligencia sea un defecto muy grave. En realidad todo depende de las consecuencias que resulten de ella. Cualquier descuido de un chófer será juzgado culpable si provoca un accidente.

Hay un campo, el de nuestra situación ante Dios, en donde la negligencia puede conducir a las más trágicas consecuencias. Muchas personas tienen la intención de interesarse por ese asunto, pero no en seguida. Descuidan una “salvación tan grande” (Hebreos 2:3). Ahora es cuando debemos escuchar lo que Dios nos dice acerca de nuestro porvenir eterno y aceptar a Jesús como Salvador.

Nosotros, los cristianos, también corremos el riesgo de ser negligentes. Si bien nuestro porvenir eterno está asegurado por la obra perfecta de Cristo, somos responsables de vivir nuestro cristianismo, de aprovechar las oportunidades para dar testimonio de Cristo y de hacer las buenas obras que “Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

¿Ha notado usted cuántos obstáculos interiores y exteriores nos detienen en nuestra vida cristiana? Si mis flaquezas me impiden ser útil a mi prójimo, Dios hallará otros testigos. Pero en el día de las recompensas, ¿mi Señor y Maestro podrá decirme: “Sobre poco has sido fiel… entra en el gozo de tu señor”? (Mateo 25:21).

jueves, 8 de abril de 2010

El camino de la vida

Qué debo hacer para ser salvo?… Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.
Hechos 16:30-31

No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador.
Isaías 45:21

Cinco hechos establecidos por la Biblia, la Palabra de Dios, que se entienden por la fe, marcan el camino de la vida. Medite y acepte estas declaraciones tan preciosas.

–La culpabilidad del hombre pecador:“No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22-23).

–La perfección del sacrificio de Cristo:“Dios… envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4:10). “Cristo… a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6). “Somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hebreos 10:10).

–El amor de Dios y la fe que confía en él:“De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).

–La certeza de tener la vida eterna:“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13).

–En el futuro, la gloria con Cristo:“Estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:17).
Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 7 de abril de 2010

No se Nace Cristiano, pero se Llega a Serlo


En otro tiempo erais desobedientes a Dios,pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Romanos 11:30.

(Jesús dijo:)De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,no puede ver el reino de Dios.Juan 3:3.

¿Cómo se llega a ser cristiano? Algunos creen que son cristianos porque tienen un conocimiento aproximado de las verdades cristianas: fueron bautizados y siguieron una enseñanza religiosa. Otros reconocen la existencia de un Dios creador; otros nunca faltan a los oficios religiosos y siguen ritos y tradiciones, sin hacerse demasiadas preguntas.

Sin embargo, no se nace cristiano porque los padres son cristianos. Tampoco se llega a serlo por medio de estudios teológicos en un seminario o en un instituto bíblico, ni por haber recibido una instrucción religiosa. Entonces, ¿cómo se llega a ser cristiano?

La Palabra de Dios nos dice que para llegar a ser “hijo de Dios” es necesario el “nuevo nacimiento”, es decir, arrepentirse y, por la fe, aceptar a Jesús como Salvador. Estoy perdido, lejos de Dios, soy pecador. Por eso necesito ser salvo y tener una relación con Dios, cosa que sólo Dios puede darme si confío en él.

Depositar su fe en Jesucristo, creer y confiar en él, es algo muy distinto de lo que es una religión, pues la religión no salva, pero Jesús sí. “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 17 de marzo de 2010

La Palabra De Dios Me Perfeccionará


A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.—
2 Timoteo 3:17

La Palabra de Dios tiene un increíble poder restaurador para reparar el daño interno que ha sido hecho en nuestras vidas como resultado de nuestra manera equivocada de pensar.

La Biblia es…precisamente recta y correcta en cada detalle perteneciente a la vida. Estotalmente completa, y nada de lo que necesitamos en la vida le falta. Restaurar tu mente, corazón y conciencia para que funcionen de acuerdo con las intenciones de Dios. Su Palabra va a llevar tus pensamientos y emociones a conclusiones diferentes, y recupera las áreas de tu vida interior que han sido quebrantadas, atadas o dañadas por las maneras equivocadas de pensar o de sentir a lo largo de tu vida.

La Biblia es Segura —precisamente como debe ser, como una mañana clara y soleada o una mesa exquisitamente arreglada para cenar.No hay nada mejor que el carácter genuino de la Palabra de Dios.Trae a tu corazón un gozo profundamente arraigado, tal y como podrías deleitarte con la belleza de un atardecer.

La constante exposición a la Biblia contrarresta la contaminación de la vida y presenta a tu vida un sentido fundamental de bienestar y prosperidad.
La Biblia nos perfecciona a través de sus enseñanzas guiándonos por los senderos rectos del Dios omnipotente que anhela que nos reconectemos con él. Ninguna otra cosa podrá orientarnos como la Palabra de Dios lo hace. Es una real lámpara la cual trae luz a lo profundo de nuestra alma. Sus rayos de esperanza producirán un nuevo amanecer en nuestra existencia.

Hoy…dejaré que ella me perfeccione revelando las áreas de mi vida que están desviadas y retorcidas por el pecado.

Señor, Gracias por darme tu amor y tu seguridad a través de tu hermosa y santa Palabra. No quiero ni ignorarla ni desobedecerla.
En el Nombre de Jesús te lo pido. Amén.

Fuente:RenuevodePlenitud.com
Dr. Daniel A. Brown.
Disfrute Tu Diario Vivir

viernes, 12 de marzo de 2010

El espejo de nuestro corazón

Si alguno es oidor de la palabra (de Dios) pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Santiago 1:23-24

Tu palabra es verdad.
Juan 17:17

Un espejo es una superficie que refleja y devuelve los rayos luminosos de tal manera que en él podemos ver nuestra propia imagen.

Entre otros objetos, la Palabra de Dios es comparada con: una lámpara, una espada de dos filos, un martillo que quebranta la piedra… También es un espejo fiel que refleja nuestra imagen moral sin deformarla.

Por medio de la Palabra conocemos lo que somos, pues ella “discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”, por ejemplo, el egoísmo, la soberbia, la mentira, la impureza… “Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Hebreos 4:12-13). Al leerla debemos reconocer que el perfil que hace de nosotros es verdadero. ¿Cuál es, pues, el resultado observado? ¿Cuál es la apreciación divina, que es la única valedera? “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22-23).

¿Debemos quedarnos con esto? No, la Escritura también nos lleva a conocer lo que Dios hizo para liberarnos de la condena que nos esperaba: “Jesús, Señor nuestro… fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:24-25), es decir, fue entregado para expiar nuestras faltas y resucitado para que podamos ser declarados justos.

Fuente LaBuenaSemilla.net

martes, 23 de febrero de 2010

Principios – Valores – Moral

Cuando se habla de principios, valores o moral, generalmente se piensa que son la misma cosa pero con diferentes nombres; simplemente sinónimos. En el ámbito de iglesia, se nos enseña que nuestra vida debe ser congruente con los principios, valores y moral de Dios. Si bien es cierto que principios, valores y moral tienen mucho que ver entre sí, y son determinantes en la vida del ser humano, en su relación con Dios y con su prójimo (familia, sociedad, iglesia), no son realmente sinónimos.

Principio: Es una regla, norma u ordenanza. También puede ser una ley o estatutos, por los que se nos recomienda regirnos. Para beneficio propio y común. Los Diez Mandamientos, por ejemplo, son principios (ordenanzas) dictaminados por Dios. Las parábolas de Jesús encierran princ ipios que caracterizan la vida del Reino. La vida de quien vive bajo el reinado de Dios. Los principios son la base de un proyecto o propósito.

En otras palabras, para que un proyecto o propósito llegue a su realización debe considerar principios (reglas) específicos, que deben ser cumplidos fielmente por quienes consideran vivir o adoptar dicho propósito. El propósito de Dios con su pueblo, a través de Sus Ordenanzas (principios), fue hacer de ellos una nación ejemplar y digna de imitar. El propósito de Jesús, además del plan de redención, fue enseñar y demostrar que, con su ayuda, es factible vivir en los principios dictaminados por Dios, su y nuestro Padre.

Valor: El valor no es otra cosa que un principio valorado. ¿Por quién?, obviamente por el individuo. Dios nos ha dado la facultad de escoger y decidir libremente. Jesús, lo reitera con el siguiente argumento: “el que tenga oídos, que oiga”.

Aquí, dos ejemplos. Si para ti el principio “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (octavo Mandamiento) es importante, porque también es importante que nadie hable mentiras de ti, entonces lo vas a valorar y por consecuencia practicar. Otro ejemplo; “La parábola del deudor” (Mateo 18:23-35). Si para ti el principio del perdón es importante, lo vas a valorar y practicar. No solo perdonando, sino también pidiendo perdón todas las veces que sea necesario.

Moral: Se define como moral al conjunto de valores que, en definitiva, dictaminarán la conducta de la persona.
Existen personas, que determinan su vida (conducta) en base a valorar sólo ciertos principios y otros no.Son como los que se inscriben en un club deportivo, por ejemplo, pero no aceptan o rehúsan pagar las cuotas estipuladas en los estatutos. Sin embargo exigen ser tomados en cuenta y figurar.El reproche “y con qué moral”, de aquellos que cumplen con todos los requisitos, es más que justificado.

Amigo, amiga; el Evangelio es un estilo de vida, un proyecto diseñado por Dios, para nuestro beneficio (individual- y colectivo), cuyos principios se encuentran revelados en Su Palabra; La Biblia.Nuestro deber es descubrirlos, darles el valor que se merecen y hacerlos vida en nuestra conducta diaria.Solo así, glorificaremos a Dios.

Juan 15:8 “Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.”

Gálatas 5:22 “ …,el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio…”

Nuestra conducta debe reflejar “la moral de Dios” pues, la semejanza con Dios, con la que fuimos creados, debe manifestarse en nuestra moral (conducta).

Velemos para que nadie, y mucho menos satanás, nos reproche “y con qué moral”.

Fuente:Equipo de colaboradores del Por tal de la Iglesia Latina

Respuestas claras

Así ha dicho el Señor: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.
Jeremías 21:8


Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas.
Deuteronomio 30:19

Existen preguntas insolubles para la inteligencia humana, las cuales sin embargo tienen una importancia capital. Sólo Dios puede contestarlas, y lo hace en su Palabra. Aquí están dos ejemplos:

1° ¿Cómo pueden los seres humanos, siendo todos pecadores y merecedores de una justa condenación, ser perdonados de manera que estén en paz con el Dios santo?– Creyendo en Jesús, quien hizo “la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20).

2° ¿Qué ocurre después de la muerte?– Sólo Dios puede responder, y lo hace. La Escritura distingue dos clases de hombres: los que han creído en Jesucristo y los que permanecen incrédulos; ahí reside toda la diferencia, que es capital, por cierto.

El alma de los primeros se va junto a Jesús, en el reposo, mientras espera la resurrección de vida. Para los demás, por desgracia, no hay más esperanza de salvación, sino la trágica certeza de una eterna condenación (Lucas 16:25-26).Algunos quisieran tener más detalles, más variedad en las opciones ofrecidas.

Pero Dios es soberano, y ningún pensador o filósofo le impondrá su sistema. Él reveló esto porque es el Dios Salvador que nos ama y nos llama a escoger “la vida”, creyendo en Jesucristo. Tal es el amor de Dios: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36).

Fuente:LaBuenaSemilla.net

¡Nada de Obligaciones!


Cada uno hacía lo que bien le parecía. Jueces 21:25.

He aquí que el temor del Señor es la sabiduría,y el apartarse del mal, la inteligencia. Job 28:28.

Vivimos en una sociedad que tolera casi todo. Para tener la conciencia tranquila, se empieza por negar la existencia de Dios. La conclusión lógica de ello es que ya no hay que rendir cuentas a nadie. Así, todo está permitido, mientras la justicia humana no tenga que inmiscuirse. En base a esto, cada uno hace como quiere.

Libertad, ésta es la divisa de hoy en día: «Nadie tiene el derecho de decirnos lo que debemos hacer o no hacer. No queremos que se nos obligue». Esta filosofía permisiva es enseñada y aceptada abiertamente en nuestros días. Sin duda es una de las causas del caos moral en el cual vivimos.

¿No es esto lo que falsea todas las relaciones entre marido y mujer, padres e hijos, en las escuelas y en la sociedad? Cada uno hace lo que quiere, sin tener en cuenta a nadie, aunque luego tenga que negociar los conflictos.

Por desdicha aun los creyentes pueden ser contaminados por ese azote social. Tengamos cuidado. Para todos aquellos que quieren agradar a Dios, la Escritura permanece como autoridad absoluta para amoldar su conducta. Es posible resistir y permanecer firmes en medio de este desorden.

La obediencia a la Palabra de gracia dada por Dios y la oración expresada con real humildad son los recursos para vivir “en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:12)… contra corriente. “Enséñame a hacer tu voluntad” (Salmo 143:10).

Fuente:LaBuenaSemilla.net

jueves, 4 de febrero de 2010

La Gloria del Señor


Aclamen a Dios


La vidriera protegida

(Jesucristo dijo:) El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Mateo 24:35


Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
Hebreos 3:7


Durante los intensos bombardeos que azotaron a Varsovia en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, todas las vidrieras de una librería cristiana se hicieron pedazos. Todas, salvo una: la que llevaba la siguiente inscripción: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.

Esta declaración del Señor Jesús, hecha a sus discípulos casi veinte siglos antes, era así renovada para todos los que pasaban frente a dicha librería devastada durante ese período dramático.

A aquel que hasta entonces había descuidado las advertencias de Dios, este versículo del Evangelio le recordaba la urgencia de aceptar a Jesús como su Salvador personal, antes de que tuviera que entrar en la eternidad, lo que podía producirse en cualquier instante.

A aquel que había dado el paso de la fe y por eso había recibido el perdón de Dios y la certeza de la vida eterna, ese Dios lleno de solicitud le recordaba que él seguía siendo el Dios soberano, todopoderoso, capaz de protegerlo, como lo había hecho con esa vidriera.

También le recordaba que si su vida terrenal llegaba a su fin, Dios estaría a su lado durante ese pasaje hacia una vida infinitamente mejor, y que podía apoyarse en las promesas divinas como por ejemplo las del Salmo 23.

Cualesquiera sean las circunstancias de nuestra vida, estemos seguros de que los planes de Dios y sus promesas se cumplirán. Él merece toda nuestra confianza. Amén.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 20 de enero de 2010

Viviré Dentro del Calendario de Dios.

Trampa para Conejos

En las heladas regiones de la América del Norte un indio hacía un caminito por entre la nieve, y además hacía otra cosa con unas ramas de abeto.

—¿Qué estás haciendo? —le preguntó un amigo que acertó a pasar por ese lugar.
—Una trampa para conejos —respondió el indio.
—Pero, ¿dónde está la trampa?
—¡Ah! —respondió el indio sonriente. —La trampa no la pondré sino hasta dentro de dos semanas.

Primero arreglo el caminito de modo que los conejos se acostumbren a él. Por ejemplo, hoy por la noche vendrán y tendrán temor de pasar por el caminito; pero mañana se acercarán más, y poco tiempo después uno de ellos lo cruzará, después caminará por él. Pocas noches después se familiarizarán con el camino y lo usarán frecuentemente sin ningún temor. Entonces pondré la trampa en medio, entre las ramas … después comeré conejo todos los días.

—Ya veo —contestó el amigo pasajero—, estas usando la misma táctica que Satanás usa con los cristianos: Primero los atrae a algo que da la impresión de que “no es malo ni bueno”, y cuando adquieren confianza él los atrapa y destruye.

Muchos son los cristianos que están continuamente siendo engañados por el enemigo de sus almas, quien los lleva a caminos que parecen atractivos que finalmente producirá su destrucción. Puede ser una amistad, una película, una lectura o el inernet. Dios te ha dado la capacidad para decir no y no permitir que seas arrastrado sutilmente. Recuerda, Cristo te llamó a una vida totalmente victoriosa.

En el desierto cedieron a sus propios deseos;en los páramos pusieron a prueba a Dios. Salmo 106:14

Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. Mateo 6:13

Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman. Santiago 1:12

Cuídate de no caer en la trampa del enemigo.

Amén.

Fuente:Renuevodeplenitud.com

martes, 19 de enero de 2010

Los Primeros Cristianos


Perseveraban en la doctrina de los apóstoles,en la comunión unos con otros,en el partimiento del pan y en las oraciones.
Hechos 2:42.

De los primeros cristianos se dice que eran “…de un corazón y un alma” (Hechos 4:32). Por desdicha ya no existe esta unidad práctica entre los creyentes. Hoy en día los cristianos se hallan divididos en innumerables grupos más o menos grandes. Además se han unido a personas que sólo llevan el nombre de cristianos, pero no poseen la nueva vida según Dios.

Aunque actualmente la unidad visible de los primeros cristianos esté deteriorada, podemos perseverar en las mismas cosas que ellos:

1. “La doctrina de los apóstoles” se compone de todas las enseñanzas que hallamos en el Nuevo Testamento. ¡Esforcémonos en conocer más esta doctrina para aplicarla a nuestras vidas!

2. “La comunión unos con otros” y ante todo con Cristo, nuestro Señor, está basada en la sana doctrina del Nuevo Testamento. Nunca podremos seguir juntos de una manera que agrade a Dios si lo hacemos sobre la base de un acuerdo humano.

3. “El partimiento del pan” habla del gran privilegio de los creyentes. Cada domingo pueden cumplir con el deseo del Señor. “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (1 Corintios 11:26).

4. “En las oraciones” en común los creyentes pueden agradecer a Dios por todas las bendiciones que les otorga y también presentarle sus necesidades y dificultades.

Amén

Fuente:LaBuenaSemilla.net


Me Guardaras en Completa Paz

La Vida Eterna y la Comunión Con Dios

Dios nos ha dado vida eterna;y esta vida está en su Hijo.El que tiene al Hijo, tiene la vida;el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
1 Juan 5:11-12.

Es cierto que un creyente puede cometer una falta y perder la comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Y esto sin que necesariamente se trate de pecados groseros; basta un acto de ligereza, un pensamiento impuro para interrumpirla.

Cada cristiano pasa por esta experiencia. Su estado normal sería no pecar, como dice el apóstol Juan: “Estas cosas os escribo para que no pequéis” (1 Juan 2:1). Pero el hecho es que “todos ofendemos muchas veces” (Santiago 3:2). La consecuencia de ello es que el apacible y feliz disfrute de la vida nueva (la comunión) se interrumpe; y sólo será restablecido si confesamos nuestro pecado a Aquel que es fiel y justo para perdonarnos, en virtud de la expiación hecha una vez para siempre por Jesucristo (1 Juan 1:9 y 2:2).

Pero a pesar de ello, la vida eterna en sí nunca podrá serle quitada a aquel que pertenece a Cristo. Si tuviera que ver con nuestra responsabilidad, si dependiera de nosotros conservarla o perderla, no la retendríamos ni cinco minutos. Menos mal que no es así. Dios sabe que somos débiles. Él conoce lo que es el ser humano y nos ama demasiado para dejar la salvación de nuestra alma en nuestras manos. Por eso “nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo”.

Pero lo que sí nos dejó el Señor es la responsabilidad de andar de tal manera que el gozo de nuestra comunión sea completo y duradero. La nueva vida que Él nos da es nutrida por la lectura de la Biblia y el hábito de la oración.

Amén

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Un Ser Extraordinario

¿En qué difiere Jesucristo de los demás seres humanos?

Lo que lo distingue de todos es el hecho de no tener absolutamente ningún pecado. Este estado que nadie puede conseguir, en Él era una realidad. El Nuevo Testamento nos brinda cuatro testimonios acerca de esto. Primero uno dado por él mismo, luego otros tres dados por sus apóstoles más conocidos :

1. El testimonio de Jesucristo: “El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia” (Juan 7:18).

2. El testimonio de Pedro: “El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición” (1 Pedro 2:22-23).

3. El testimonio de Juan: “Sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él” (1 Juan 3:5).

4. El testimonio de Pablo: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21).

Él era perfectamente puro, santo y sólo Él estaba apartado del pecado. Por eso era el único que podía ser el “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”, y el Salvador de los pecadores. En la cruz del Gólgota él llevó y expió para siempre los pecados de todos los que creen en él.

Amén

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Leer la Biblia

Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley. Salmo 119:18.

Éstas (cosas) se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo,el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Juan 20:31.

La Escritura se dirige a cada uno de nosotros, hombre o mujer, joven o anciano, cualquiera sea nuestra condición social. Cada vez que abrimos este Libro, Dios tiene algo que decirnos. Y si estamos dispuestos a recibir su mensaje, nuestra lectura nos esclarecerá.

He aquí algunos consejos para abordar este libro único:

–Empezar preferiblemente por el Nuevo Testamento: Los evangelios, los Hechos de los apóstoles y las epístolas.

–Es mejor hacer una lectura seguida que leer al azar.

–No dejarse detener por un pasaje que parezca difícil, sino proseguir la lectura.

–No dar de entrada una explicación o interpretación de un texto: la comprensión de la Escritura irá en aumento a medida que se va leyendo. La Biblia se interpreta mediante la misma Biblia.

–Leer “las Sagradas Escrituras” regularmente; es un alimento espiritual que debe ser absorbido cada día.

–Leer con oración y respeto: pedir a Dios que nos revele el sentido de lo que leemos.

La lectura de la Biblia es un medio extraordinario para acercarnos a Dios, pues de este modo él se revela a nosotros y nos manifiesta su amor. La Biblia es un libro cerrado para un corazón cerrado, pero si usted busca la verdad, hará el descubrimiento de su vida. Amén.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

El señor es mi Fortaleza

Mi Experiencia y justificación


Justificados, pues, por la fe,tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Romanos 5:1.

Durante años, domingo tras domingo, pedía a Dios que se compadeciera de mí, miserable pecador. Pero en realidad no me sentía tan miserable y menos aún pecador, pues me esforzaba por hacer todo el bien posible a mi alrededor. Era una simple rutina.

No obstante, cierto día el significado de esta oración se impuso a mi conciencia y fui obligado a exclamar como David: “Contra ti he pecado”. Yo no había hecho nada especialmente malo, pero la luz de Dios resplandeció sobre mi alma. Comprendí que yo era culpable y que Dios era santo.

Cuando realmente me di cuenta de que Jesús había muerto por mis pecados y su preciosa sangre me purificaba de todo pecado (1 Juan 1:7) fue como la claridad del sol entrando en una habitación oscura. Este descubrimiento acompañó mi arrepentimiento para con Dios y mi fe en nuestro Señor Jesucristo, “entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Romanos 4:25).

¡Cuántas bendiciones inesperadas: mis pecados fueron perdonados, fui justificado por Dios y obtuve la paz con él! Era tan simple que permanecí estupefacto. Después de todos mis esfuerzos y oraciones para obtener la salvación, descubrir que el Señor Jesús la había logrado al morir en la cruz por mí, me llenó de gozo, felicidad y de un gran agradecimiento.

Amén.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Las Manos de Dios


La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan.
Esdras 8:22.

Una niña de seis años hizo un dibujo para su papá y se lo mostró con el rostro radiante. En la parte superior de la hoja estaba pintada una persona y en la parte inferior había otra; ambas estaban unidas por largas líneas.

El padre miró pensativo el dibujo, pero no lo entendió. La decepción de la pequeña fue notoria, pero pacientemente explicó a su padre: –Papá, arriba está nuestro amado Dios y abajo estoy yo. –¿Y las largas líneas?, preguntó el padre. –Son los brazos de Dios, respondió la niña. –Pero los brazos son demasiado largos; no corresponden al tamaño del cuerpo, dijo el papá. La niña miró a su progenitor inquisitivamente y dijo: –¿No llegan los brazos de Dios hasta mí?

Ésta es la pregunta. ¿Existen esas manos que se extienden hacia mí? En Isaías 59:1 leemos: “He aquí que no se ha acortado la mano del Señor para salvar”. Dios, el único y todopoderoso Dios, no se ha retirado de este mundo ni me ha entregado a un ciego destino.

Mediante su Hijo Jesucristo, quien fue hecho hombre para vivir y morir aquí por seres pecadores, Dios extendió sus manos hacia nosotros. Debemos preguntarnos: –¿Queremos confiar en ellas? El Señor Jesús quiere otorgar al lector perdón, paz y seguridad. Sus manos son bastante fuertes para sostenerle en las crisis de la vida. ¿No quiere confiar en él con fe?

Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz… Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:27-29).

Amén.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

Jesucristo el Justo


Vosotros negasteis al Santo y al Justo,y pedisteis que se os diese un homicida.
Hechos 3:14.

Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento los creyentes son llamados justos. ¿Obtuvieron este nombre por su justo proceder? No, su justificación es una dádiva de Dios, la cual recibieron en base a su fe. “Al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Romanos 4:5).

El Señor Jesús también es llamado “el Justo”. Lleva este título por dos razones:

Primero, él fue el único ser humano justo. Era justo en todo sentido, es decir, en todo lo que hacía, en su forma de vivir, en lo que decía y en cómo lo decía. Plenamente sumiso a Dios, manifestaba luz y amor en este mundo. Por eso fue el único que pudo morir por nosotros: “Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18).

Segundo, el Señor Jesús también es “el justo” porque reinará con justicia. Algunas profecías en el Antiguo Testamento describen su señorío justo. Al lado de él todo gobernante humano, por más que se esfuerce por gobernar justamente, empalidecerá. ¡Qué glorioso tiempo tiene todavía la tierra por delante! “He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio”. “Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura” (Isaías 32:1; 11:5).

Mientras esperamos estar para siempre con esa Persona insuperable, vivamos de una manera digna de nuestro Salvador. Y en el día del Señor, acudamos para adorarle juntamente con los suyos. Amén.