miércoles, 28 de abril de 2010

Testifico que me ha ayudado el Señor

Descuido


La pereza hace caer en profundo sueño,y el alma negligente padecerá hambre.

Proverbios 19:15.


No descuides el don que hay en ti…Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas,para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos.

1 Timoteo 4:14-15.


A primera vista no parece que la negligencia sea un defecto muy grave. En realidad todo depende de las consecuencias que resulten de ella. Cualquier descuido de un chófer será juzgado culpable si provoca un accidente.

Hay un campo, el de nuestra situación ante Dios, en donde la negligencia puede conducir a las más trágicas consecuencias. Muchas personas tienen la intención de interesarse por ese asunto, pero no en seguida. Descuidan una “salvación tan grande” (Hebreos 2:3). Ahora es cuando debemos escuchar lo que Dios nos dice acerca de nuestro porvenir eterno y aceptar a Jesús como Salvador.

Nosotros, los cristianos, también corremos el riesgo de ser negligentes. Si bien nuestro porvenir eterno está asegurado por la obra perfecta de Cristo, somos responsables de vivir nuestro cristianismo, de aprovechar las oportunidades para dar testimonio de Cristo y de hacer las buenas obras que “Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

¿Ha notado usted cuántos obstáculos interiores y exteriores nos detienen en nuestra vida cristiana? Si mis flaquezas me impiden ser útil a mi prójimo, Dios hallará otros testigos. Pero en el día de las recompensas, ¿mi Señor y Maestro podrá decirme: “Sobre poco has sido fiel… entra en el gozo de tu señor”? (Mateo 25:21).

jueves, 8 de abril de 2010

El camino de la vida

Qué debo hacer para ser salvo?… Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.
Hechos 16:30-31

No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador.
Isaías 45:21

Cinco hechos establecidos por la Biblia, la Palabra de Dios, que se entienden por la fe, marcan el camino de la vida. Medite y acepte estas declaraciones tan preciosas.

–La culpabilidad del hombre pecador:“No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10). “No hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:22-23).

–La perfección del sacrificio de Cristo:“Dios… envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4:10). “Cristo… a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6). “Somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hebreos 10:10).

–El amor de Dios y la fe que confía en él:“De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).

–La certeza de tener la vida eterna:“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna” (1 Juan 5:13).

–En el futuro, la gloria con Cristo:“Estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:17).
Fuente:LaBuenaSemilla.net

miércoles, 7 de abril de 2010

No se Nace Cristiano, pero se Llega a Serlo


En otro tiempo erais desobedientes a Dios,pero ahora habéis alcanzado misericordia.
Romanos 11:30.

(Jesús dijo:)De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,no puede ver el reino de Dios.Juan 3:3.

¿Cómo se llega a ser cristiano? Algunos creen que son cristianos porque tienen un conocimiento aproximado de las verdades cristianas: fueron bautizados y siguieron una enseñanza religiosa. Otros reconocen la existencia de un Dios creador; otros nunca faltan a los oficios religiosos y siguen ritos y tradiciones, sin hacerse demasiadas preguntas.

Sin embargo, no se nace cristiano porque los padres son cristianos. Tampoco se llega a serlo por medio de estudios teológicos en un seminario o en un instituto bíblico, ni por haber recibido una instrucción religiosa. Entonces, ¿cómo se llega a ser cristiano?

La Palabra de Dios nos dice que para llegar a ser “hijo de Dios” es necesario el “nuevo nacimiento”, es decir, arrepentirse y, por la fe, aceptar a Jesús como Salvador. Estoy perdido, lejos de Dios, soy pecador. Por eso necesito ser salvo y tener una relación con Dios, cosa que sólo Dios puede darme si confío en él.

Depositar su fe en Jesucristo, creer y confiar en él, es algo muy distinto de lo que es una religión, pues la religión no salva, pero Jesús sí. “A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).

Fuente:LaBuenaSemilla.net