lunes, 3 de noviembre de 2008

Sólo queda orar


Entonces clamaron al Señor en su angustia, y los libró de sus aflicciones.
Salmo 107:6


Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33


En un restaurante dos ejecutivos hablaban sobre los graves problemas que sacudían a su sociedad. Durante la comida examinaron todas las soluciones posibles y propias para resolver sus dificultades. Mientras tomaba su café, uno de ellos concluyó un poco irónicamente:–Si todo esto no sirve, sólo nos queda orar.


A menudo la oración es considerada como el último recurso. Pero, al contrario, es por ella que deberíamos empezar con seriedad y confianza. Ninguno de nuestros problemas es demasiado pequeño o grande para Dios.


Fácilmente creemos poder hacer frente solos a las dificultades que se nos presentan. Entonces movilizamos todos los recursos que tenemos a nuestra disposición para superar el obstáculo. Pero, ¿es la manera adecuada de hacerlo? Dios permite que tengamos pruebas para que confiemos cada vez más en él.


Hay un campo donde somos totalmente incompetentes, es el de la salvación de nuestras almas. No tratemos de debatirnos procurando hallar soluciones en nosotros mismos, en nuestro entorno e incluso en la religión.


Dirijámonos a Dios, dándonos cuenta de que el problema nos supera. El mal que origina todos los problemas de la humanidad no excede a Aquel que vino a sufrir y morir en una cruz para perdonarnos. Si ponemos nuestra confianza en Jesucristo, el problema básico de nuestra vida será solucionado para siempre.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)http://labuenasemilla.net/

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