miércoles, 20 de agosto de 2008

Rompe las barreras de tu pasado 1a. parte


Una barrera del pasado que se ha formado en nuestro corazón y en nuestra mente, es como una gran roca que llevamos cargando sobre la espalda, cada día que la llevamos a cuestas la roca se va haciendo más y más pesada y llegará el día en que esa roca nos aplastará, sino la soltamos a tiempo.

Para poder soltar esa piedra en lugar de hacer u esfuerzo físico, tenemos que hacer todo lo que sea necesario para dar una mayor apertura y libertad a nuestra mente, a nuestros pensamientos y a nuestros ideales.

Tenemos que entender que si estamos hoy aquí reunidos es porque somos hombres y mujeres nuevos, renacidos para Gloria de Cristo. Volvimos a nacer y hemos nacido sin necesidad de llevar ninguna de las cargas que antes teníamos.

Romanos 8.1-2
1 Ahora pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu.
2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Por el amor que Cristo nos tiene hemos sido liberados, Jesús nos llevó a reencontrarnos con El Padre y el Señor nos llama a compartir su Gloria.

1 Corintios 1.30-31, NVI
30 Pero gracias a El ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría —es decir, nuestra justificación, santificación y redención— 31 para que, como está escrito: «Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe en el Señor.»

2 Corintios 5.17
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Quien ha aceptado que Cristo es su Salvador, quién desea que su vida y la de su familia estén colmadas de bendiciones, quien desea arrojar al suelo todas las piedras que por años ha acumulado sobre sus espaldas solo debe creer y tener Fe en Dios, debe de levantar los brazos y decir:

“Soy nueva criatura, las cosas viejas ya pasaron, las penas añejas ya pasaron, los rencores se quedaron atrás, los límites que antes había en mi alma ya no existen, mis sueños serán más altos que nunca, Dios me ha tomado de la mano y como El es grande quiere que yo haga cosas muy grandes, cosas que antes jamás me atreví a soñar. Mi mente es libre, las barreras se han roto, todo lo puedo en Cristo mi Salvador.”


Para ayudarnos a romper las barreras del pasado primero tenemos que identificarlas una a una, según su tipo. Vamos a emplear las definiciones que les señalé al principio y ustedes verán si alguna aplica en su vida.

1. Cuando una barrera del pasado toma la forma de una reja, de una valla, o de una cárcel, nos limita en el desarrollo espiritual, familiar y profesional, nos restringe y nos ata, estrangula y aprisiona un espacio dentro de nuestro corazón, dentro de nuestra mente y dentro de nuestro espíritu.

Esa barrera nos asfixia, nos impide respirar con libertad, impide que nos entreguemos de una manera completa a Dios y a sus enseñanzas.

Esa barrera está allí, como una cadena anclada al piso, una cadena que nos obliga a dar vueltas una y otra vez sobre nuestros mismos problemas, sobre las mismas espinas, sobre las mismas sombras, sobre los mismos vicios, sobre los mismos sufrimientos, sobre nuestros mismos errores.

Esa barrera nos etiqueta, nos marca, nos hace sentir menospreciados, nos confunde y no nos deja emprender el vuelo hacia la cumbre.

Nos obliga a considerarnos víctimas del entorno, de la sociedad, de nuestros propios prejuicios, de nuestras amistades, de nuestra familia.

Por ejemplo: puede ser que alguna vez me dijeron que yo no serviría para hablar inglés, y yo cometí el grave error de grabar eso en mi mente como una verdad absoluta, entonces me negué rotundamente a aprender inglés, porque yo no servía para eso, no intenté aprender, simplemente acepté que alguien pusiera una barrera en mi mente.

¿Para alguien como yo sería importante el saber hablar inglés?, ¿una cosa en apariencia tan simple ¿como afectaría mi vida?, ¿que les han dicho a ustedes que No Podrían hacer? y ustedes lo aceptaron sin siquiera intentarlo, ¿alguno de ustedes se siente etiquetado por la sociedad?

Salmo 143.4
4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí; Pasmose mi corazón.

Que triste es ver que la angustia nos paraliza, nos impide movernos, nos impide desarrollarnos. El corazón se paraliza, la mente se paraliza, los sueños se congelan… ¡¡¡ despierta y rompe hoy tus barreras !!!.

Dios quiere que Tú rompas esa barrera que te tiene atado.

Isaías 52. 2-3, NVI
2 ¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! , ¡Levántate, vuelve al trono!, ¡Libérate de las cadenas de tu cuello,
cautiva hija de Sión!
3 Porque así dice el Señor: «Ustedes fueron vendidos por nada, y sin dinero serán redimidos.»

Por nada entregamos nuestra mente como rehén, por palabras negativas o por situaciones que estaban fuera de nuestro control, pero nuestro Padre Santo por amor nos libera de toda cadena, real o imaginaria, El nos restaura y nos redime.

Isaías 55. 8-9, NVI
8 «Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—.
9 Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!

Quizá Tú ya intentaste por tus propios medios el liberarte de algo que no te dejaba desarrollarte, algo que te impedía llegar a un nivel más alto, pero los caminos de Dios y los pensamientos de Dios son más altos, nuestra mente humana no los entiende, pero el Señor te puede llevar a los lugares más altos de esta tierra y más allá de ella.

2 Corintios 3.16-17
16 Mas cuando se convirtieren al Señor, el velo se quitará.
17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

Dios los ama, Dios les quiere abrir los ojos, quiere que lo vean a El, quiere que reciban su Santo Espíritu y por medio del Espíritu serán ustedes liberados de cualquier cosa que los esté agobiando, no existirán más barreras en su alma.

Sabemos que más allá de lo que ven nuestros ojos terrenales está la luz, está el amor, está la felicidad, está la abundancia, está el gozo supremo en Cristo… pero si no nos decidimos ya a romper nuestras cadenas, esas barreras del pasado, ellas no nos dejarán tomar todas las bendiciones que Dios tiene para cada uno de nosotros.

Los cristianos tenemos las armas más poderosas para derribar las murallas que nos aprisionan, ¿saben porqué?.

2 Corintios 10.4
4 Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;

Dios nos renovó para ser libres, no par ser esclavos, de nada ni de nadie, no habrá barrera que nos detenga. Dios nos quiere libres y aparte de todo nos quiere ver como hombres y mujeres, prósperos y exitosos.

Isaías 54. 2
2 Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.


continua....

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