El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Juan 3:36
Si pudiéramos ganarnos el cielo por medio de nuestras cualidades naturales, Dios no hubiese dicho: “No hay justo… no hay quien haga lo bueno” (Romanos 3:10-12).
Juan 3:36
Si pudiéramos ganarnos el cielo por medio de nuestras cualidades naturales, Dios no hubiese dicho: “No hay justo… no hay quien haga lo bueno” (Romanos 3:10-12).
Si pudiéramos adquirir la salvación mediante nuestras obras, Dios no hubiese dicho: “Por gracia sois salvos… esto no de vosotros, pues es don de Dios… para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).
Si pudiéramos ser salvos obedeciendo a los diez mandamientos, Dios no hubiese dicho: “Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado” (Romanos 3:20).
Si pudiéramos comprar nuestra salvación, Dios no hubiese dicho: “Ninguno de ellos podrá en manera alguna… dar a Dios su rescate” (Salmo 49:7).
Si pudiéramos mejorarnos y obtener la salvación mediante nuestros propios esfuerzos, Dios no hubiese dicho: “Engañoso es el corazón… y perverso” (Jeremías 17:9).
Si la salvación pudiera depender de nosotros, a la pregunta de los discípulos: “¿Quién, pues, podrá ser salvo?”, Jesús no hubiese contestado: “Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:25-27).
“Todos los que creen… (son) justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre” (Romanos 3:22-25). “El que en él cree, no es condenado” (Juan 3:18).
Fuente.LaBuenaSemilla.net
1 comentario:
Buen blog, me gusto mucho.
Dios los siga Bendiciendo y los guadre siempre.
Saludos desde krizantoz...
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