Así alumbre vuestra luz delante de los hombres. Mateo 5:16 Les reconocían que habían estado con Jesús. Hechos 4:13 Mi esposa siempre responde con amabilidad y benevolencia a todo el que le pide un favor. Cierto día, cuando estábamos en nuestro puesto para presentar la Biblia en una feria de exposición anual celebrada en nuestra ciudad, un hombre se detuvo, saludó a mi esposa muy amablemente y la animó a continuar con lo que hacía para el Señor. Entonces se dirigió a su mujer y le dijo: «¿Sabes? ¡Es la abuela de la Biblia!».
¿A usted no le gustaría que le llamasen así? Sus compañeros, vecinos y conocidos, ¿dicen de usted «es un tal o cual de la Biblia»?
Así animaba el apóstol Pablo a los creyentes de Filipos: “Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha… resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida” (Filipenses 2:15-16).
La mayoría de las veces Dios no nos pide que hagamos cosas prodigiosas, sino que demos testimonio de él dentro del pequeño círculo donde nos ha colocado: “En otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad)” (Efesios 5:8-9).
Pero para mostrar la vida de Jesucristo a nuestro alrededor, ¡primero es necesario poseerla! ¿Conocemos el mensaje de la Biblia? “Éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31).
Fuente:LaBuenaSemilla.net
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