viernes, 19 de septiembre de 2008

Fundamentos inquebrantables


(Jesús dijo:) Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Mateo 7:24-25


Antes de edificar una casa, es necesario poner los cimientos. Éstos deben ser sólidos, y cuanto más movedizo sea el terreno, tanto más hay que garantizar su estabilidad.Jesucristo se sirve de esta imagen para dar juiciosos consejos a cada uno de nosotros.


Él nos dice que podemos fundar nuestra vida sobre sus palabras, es decir, teniendo en cuenta su enseñanza, o al contrario, ignorarla. En ambos casos experimentaremos tempestades, dicho de otro modo, conoceremos las dificultades de la vida.


Nadie puede jactarse de evitarlas.La humanidad, habiéndose alejado de su Creador, sufre las desastrosas consecuencias de esa opción. Pero aquel que funda su vida sobre la enseñanza de Jesucristo, está seguro de mantenerse firme, pase lo que pase.


No es pretensión de su parte, sino la absoluta confianza que tiene en el Dios revelado en Jesucristo. Este Dios probó que nos ama, y quiere demostrarlo aún al cuidarnos cada día.


Pero, dirá usted, ¿qué significa exactamente fundar su vida en la enseñanza de Jesucristo?


Pues bien, es aceptarlo como aquel que Dios nos ha dado por Salvador y Señor: Salvador para reconciliarnos con nuestro Creador; Señor para guiarnos por medio de su Palabra en todas las circunstancias de nuestra vida.


Querido amigo, permítanos preguntarle: ¿Sobre qué construyó usted su vida?


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