martes, 23 de septiembre de 2008

Testigos eficaces


Por Marcos Witt


Muchas veces, lo que más impacta de una persona no son las palabras, sino sus acciones.


Para ser un testigo eficaz, necesitamos vivir una vida de integridad. Según el diccionario, «íntegro» significa «persona recta, proba, intachable».


Una persona íntegra es aquella que vive en público de la misma manera que vive en privado.Si le hablamos al mundo acerca del amor de Dios, necesitamos mostrarlo a través de nuestra vida y nuestras acciones. Si hablamos de fidelidad a nuestra esposa, debemos serle fiel. Si hablamos acerca del perdón, debemos ser el primero en perdonar.


Si enseñamos sobre honestidad, debemos cuidar que la cuenta bancaria siempre tenga dinero cuando firmemos los cheques. Si predicamos acerca de la excelencia en el trabajo, tenemos que cumplir con el horario la­boral y el compromiso del mismo.


Si somos patronos, necesitamos cumplir con nuestros empleados. Si somos supervisores, tenemos que mostrar el amor de Dios y su justicia con aquellos que están bajo nuestra autoridad. Esto debe ser así, porque nuestras acciones deben alinearse con nuestras palabras, y eso nos hace tener credibilidad. Eso es integridad.Para ser un testigo eficaz, debemos ser un testigo inteligente.


Jesús dijo en Mateo 10:16 que debemos ser «astutos como ser­pientes, y sencillos como palomas» (NVI). Para lograr esta conjugación, debemos poner a trabajar nuestra mente antes de poner a hablar nuestra boca. Por ejemplo, si queremos compartir el mensaje del evangelio de Jesús con alguien, busquemos primero la manera de entrar en tema.


Muchas veces, tratamos de ganar gente para Cristo y dar testimonio, pero somos bruscos en la manera de predicar, sin tener la sensibilidad adecuada para obtener un resultado positivo. El Señor quiere que escojamos bien tanto las palabras como la forma de decirlas.


Mientras meditaba sobre esto, recordé la historia de un sargento que era bruto en su manera de hablar. Un día, los soldados estaban todos en fila, y mientras les daba las instrucciones finales antes de permitirles ir a descansar, dijo: «Necesito que todos regresen a sus dormitorios, excepto el soldado Martínez. Tengo que avisarle que su mamá murió, y debe ir a arreglar sus asuntos a la oficina». El sargento no tuvo la sensibilidad de decírselo en privado ni con mucho tacto.Al día siguiente, le informan al sargento que la mamá de Sánchez había muerto, pero que, por favor, tuviera un poquito más de sensibilidad y no le diera la noticia en público. El sargento pensó y pensó, y tuvo una gran idea. Puso a todos los soldados en fila y dio sus instrucciones, pero antes de despedirlos les dijo: «Todos aquellos que tengan mamá, den un paso para adelante. Sánchez, ¡quédate ahí donde estás!».


En ocasiones, nos parecemos al sargento en que no buscamos la mejor manera de expresar nuestro mensaje. Necesitamos tener más sensibilidad para poder co­nocer el contexto de las personas y predicarles acertadamente. Tenemos que buscar inteligentemente la relevancia de nuestro mensaje ante la necesidad que la gente está viviendo.


Muchas veces, lo que más impacta de una persona no son las palabras, sino sus acciones. Una sonrisa, un abrazo, un beso en el momento correc­to puede resonar más fuerte que mil palabras gritadas desde las bocinas más estridentes que existan.El testigo inteligente utiliza un vocabulario inteligible a nuestros tiempos.


Hay cristianos que hablamos de una forma extraña y mística, con un vocabulario que a veces es difícil de entender. Necesitamos utilizar el vocabulario de Cristo en términos inteligibles. Eso fue lo que Jesús hizo cuando caminó por la tierra. Él utilizaba las parábolas como sistema de enseñanza. A los fariseos les molestaba esto, porque era una forma muy popular de comunicarse con la gente. El lenguaje de comunicación utilizado en una parábola no era académico; sin embargo, fue el que Jesús eligió para alcanzar a las personasUtilicemos un vocabulario que la gente entienda.


Los cristianos perdemos muchas oportunidades buenas por no tener un vocabulario más accesible. ¿Qué importa si no se quedan anonadados con nuestras palabras? Lo que la gente necesita es quedar impresionada con lo que el Señor ha hecho en nuestra vida.


Fuente: Avanza por más

Pide y Dios te dará.


viernes, 19 de septiembre de 2008

Fundamentos inquebrantables


(Jesús dijo:) Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Mateo 7:24-25


Antes de edificar una casa, es necesario poner los cimientos. Éstos deben ser sólidos, y cuanto más movedizo sea el terreno, tanto más hay que garantizar su estabilidad.Jesucristo se sirve de esta imagen para dar juiciosos consejos a cada uno de nosotros.


Él nos dice que podemos fundar nuestra vida sobre sus palabras, es decir, teniendo en cuenta su enseñanza, o al contrario, ignorarla. En ambos casos experimentaremos tempestades, dicho de otro modo, conoceremos las dificultades de la vida.


Nadie puede jactarse de evitarlas.La humanidad, habiéndose alejado de su Creador, sufre las desastrosas consecuencias de esa opción. Pero aquel que funda su vida sobre la enseñanza de Jesucristo, está seguro de mantenerse firme, pase lo que pase.


No es pretensión de su parte, sino la absoluta confianza que tiene en el Dios revelado en Jesucristo. Este Dios probó que nos ama, y quiere demostrarlo aún al cuidarnos cada día.


Pero, dirá usted, ¿qué significa exactamente fundar su vida en la enseñanza de Jesucristo?


Pues bien, es aceptarlo como aquel que Dios nos ha dado por Salvador y Señor: Salvador para reconciliarnos con nuestro Creador; Señor para guiarnos por medio de su Palabra en todas las circunstancias de nuestra vida.


Querido amigo, permítanos preguntarle: ¿Sobre qué construyó usted su vida?


martes, 16 de septiembre de 2008

Cristo es el agua de vida eterna


Activa los dones que el Espíritu Santo te ha dado.




Desde que empecé a caminar con Cristo, me he sentido profundamente agradecido hacia El por todas las cosas buenas que ha hecho en mi vida.

Dentro de mis posibilidades trato de cumplir con mis deberes de cristiano: Amar a Dios, amar a mi familia, amar a mi prójimo, ayudar al necesitado siempre que tengo oportunidad de hacerlo, orar por mí y por los demás, leer la Biblia, participar en algún grupo de apoyo y crecimiento, hablar a los demás de Cristo y de las Buenas Nuevas, alabar a Dios y congregarme.

Todo eso me parece que es agradable para el Señor, me parece que ya tengo clara la idea de lo que significa tener a Cristo en mi corazón, pero el Señor cada día pone en mi corazón una hambre mayor por El, un deseo de conocerle más, pero sobre todo pone en mi la sensación de que hay en nuestros manos la posibilidad de realizar muy grandes obras, milagros y sanidades.

Actos que pongan de manifiesto que no hay nada, ni nadie como Dios, actos que hablen de su Gloria y Grandeza, actos que sirvan para avivar la flama de su Iglesia y su pueblo.

Dios pone en mi corazón el deseo de ver en cada reunión cosas sobrenaturales, entendiendo que sobrenatural para mí será todo aquello que venga directamente del poder de Dios y llegue hasta nosotros por medio de nuestra comunión con el Espíritu Santo.

¿Qué manifestaciones espero ver en la Iglesia del Señor?

Profecías, pero profecías que realmente sean inspiradas por Dios, no tan solo buenos deseos de alguno de nuestros hermanos. Palabras reales y vivas que Dios grabe en el corazón y en la mente del que las está recibiendo.

1 Tesalonicenses 5:19-21
19 No apaguen el Espíritu,20 no desprecien las profecías,21 sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno,

1Timoteo 1:18
18 Timoteo, hijo mío, te doy este encargo porque tengo en cuenta las profecías que antes se hicieron acerca de ti. Deseo que, apoyado en ellas, pelees la buena batalla

Espero ver sanidades, quiero que la gente llegue aquí buscando ser sanados en sus corazones y en sus almas, pero también que vengan confiados y con la fe puesta en Cristo para que sus cuerpos sean también sanados.

Espero ver almas libradas de las garras del enemigo, quiero ver vidas restauradas, quiero que el Señor nos equipe con su armadura y su poder, así librar la buena batalla, esa batalla que traerá liberación a las almas cautivas.

Espero ver milagros de todo tipo, espero que la Iglesia del Señor en Ixtapa sea tan fuerte que en su nombre pueda hacer que tiemble la Tierra al escuchar el nombre de Jesucristo. Deseo que todos los hermanos puedan usar tremendamente los dones que el Espíritu Santo les ha otorgado. Hagan prodigios, señales y maravillas para Gloria de Dios.

Yo estoy seguro de que en el corazón de todos ustedes hay sentimientos y deseos similares a los míos, sabemos que no se trata de enorgullecernos de lo que podamos hacer, se trata de ser humildes siervos que obren y actúen a favor y en nombre del Señor.

¿Quiénes de ustedes cree que Dios es poderoso y que el quiere darnos poder para actuar en su nombre?

¿Han sido testigos de algún milagro, alguna obra de sanidad o de liberación?

Yo creo que todos queremos participar como obreros del Reino de Dios, entonces ¿por qué no siempre podemos movernos en lo sobrenatural?

1. Por falta de conocimiento, muchos no saben que están dotados por el Espíritu Santo con ciertos dones especiales que el Señor mismo les ha dado, incluso desde que estaban en el vientre de su madre.

1Jeremías 1:5
5 «Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado;
te había nombrado profeta para las naciones.»

2. Por la incredulidad, los dones del Espíritu Santo solo se van a activar cuando ustedes realmente creen en Dios y en sus promesas, si creen que Dios los ha aceptado como hijos suyos, “y si hijos, también herederos”, si creen que Cristo fue capaz de resucitar y que El ha participado en la concesión a nosotros de ciertos dones.

Marcos 16:17-18
17 Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas;18 tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud.»

Al mismo Jeremías lo tuvo que convencer Dios para que creyera en el don que había recibido.

1Jeremías 1:7
6 Yo le respondí: «¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!» 7 Pero el Señor me dijo:
«No digas: "Soy muy joven" , porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene.

3. Por el temor a cometer errores, la gente muchas veces siente la comunión con el Espíritu Santo, creen que Dios los ha escogido para hacer obras en su nombre, pero lamentablemente tienen miedo de liberar el poder de Dios, tienen miedo al “que dirán”, tienen miedo de “hacer mal uso” de algún don y prefieren no usarlo, tienen miedo de equivocarse. Pero yo les digo que vale más equivocarse al hacer algo, que vivir con el remordimiento de no haber hecho nada.

2 Timoteo 1:6-7
Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos.7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.

4. Por creerse indigno o inmerecedor del don, hay gente que cree en Dios, cree en sus milagros, asiste a reuniones de sanidad, pero solo como espectador ya que no se creen lo suficientemente limpios y puros como para ser usados por el Señor, pero yo les digo que Dios purifica lo impuro y de los menospreciados el constituye reyes. Si Dios les da un don del Espíritu es porque El sabe que ustedes pueden emplearlo para la obra del Señor. No sentirnos dignos de algo que Dios nos da es como menospreciarlo a El y a su sabiduría.

5. Por escuchar al mundo, cuando este nos dice que lo espiritual no existe, que Dios no existe o al menos no de la forma real en que nosotros lo conocemos. Por escuchar al mundo que nos dice que los milagros no son reales, que todas las maravillas que presenciamos son obras de manos humanos y no de la mano de Dios. Pero a los cristianos el Señor nos dice “confiad, que yo he vencido al mundo”. Crean en sus corazones que nuestro Dios es real y que se manifiesta ante nosotros en cada día de nuestra vida.

Colosenses 1:15-16
15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, 16 porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él.

Dios existe, es real y El ha creado todo lo que existe en los cielos, en la tierra y debajo de ella, Cristo es la imagen misma de Dios, es Espíritu Santo es el canal entre Dios y los hombres, todos ellos son reales y quieren que tú los conozcas.

Los dones del Espíritu Santo no pueden ser comprados, ni canjeados, es Dios mismo el que nos los otorga, pero es nuestra decisión el activarlos y lograr que empiecen a dar frutos para el Reino de Dios.

¿Cómo podemos activar estos dones?

1. Cuando escuchamos la Palabra de Dios.
Romanos 10:17
“Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”.
Mientras más escuchamos de la Palabra, más crece nuestra Fe, mientras más crece nuestra Fe, más decididos estamos para ser parte del ejército de Dios. Cuando crece nuestra Fe podemos activar los dones que nos da el Espíritu Santo.

2. Cuando confesamos con la boca.
Romanos 10:8-10
¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos:9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo *levantó de entre los muertos, serás salvo.10 Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.

Abre la boca y confiesa con tus propias palabras que estás aceptando los dones que el Espíritu Santo te ha concedido, declara que estás dispuesto a utilizarlos en bien del Reino y para dar Gloria a Dios. Declara los versículos de la Biblia en donde se hace mención de las maravillas que podrán hacer en nombre de Jesús los que creen en El.

3. Creer con el corazón.
Aquí no hay mucho que explicar, se trata de creer y tener Fe, se trata de creer con el corazón que somos hijos de Dios y por tanto podremos obrar maravillas en su nombre.

4. Ponerse en movimiento, entrar en acción.
¿Sienten la necesidad de dar una profecía, porque están seguros de que Dios la ha puesto en su corazón?, háganlo. ¿Sienten deseos de orar y pedir sanidad para algún enfermo?, háganlo. ¿Sienten deseos de orar en lenguas?, háganlo. ¿Sienten deseos de orar para romper maldiciones?, háganlo. Pónganse en acción, esta batalla se pelea en el campo de batalla, si quieren obtener la victoria tienen que entrar en acción.

Todos los hijos de Dios han recibido diferentes dones, y he dicho todos, sin excepción alguna, ahora bien esos dones se nos han entregado con ciertos propósitos:

1. Para glorificar a Dios y a Cristo.
1 Pedro 4:11
El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mismas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

2. Para edificar y fortalecer la Iglesia de Cristo.
1 Corintios 12:7
7 A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.

3. Para evangelizar, discipular, salvar almas para Cristo y liberar a su pueblo de las garras del enemigo.
Marcos 16:15-18
Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.]16 El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.17 Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas;18 tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud.»

Dios nos da diferentes dones, El nos los entrega por su gracia y misericordia.

1 Corintios 12.11 y 18
11 Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él lo determina.
18 En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció.

Recordemos entonces que para que podamos activar y usar nuestro o nuestros dones debemos de tener Fe, permitir que ese don se manifieste por medio de nosotros y creer en eso que estamos haciendo, pero creamos con los ojos de Dios, no con nuestros ojos mortales.

¿Qué consejos nos da la Biblia con respecto a los dones que hemos recibido?

1 Corintios 12.31
31 Ustedes, por su parte, ambicionen los mejores dones.

Usen todo aquello que Dios les ha concedido, aviven su espíritu, busquen a Dios, luchen por el Reino, den Gloria a Cristo, pero también les aconsejo que no se conforme, pidan más dones para seguirlos usando.

Marcos 11:24
Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán

Aviven sus dones, úsenlos, muévanse con ellos, no se alejen de ellos, ustedes han recibido esos dones como un regalo de Dios y con propósitos específicos. Oren, lean y escuchen la Palabra, edifíquense unos a otros y estén siempre listos para la batalla.

1 Pedro 4:10
Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.

A continuación les menciono algunos de los dones del Espíritu que pueden estar dentro de cada uno de ustedes.

Don de Fe, es una facultad que Dios le da al creyente para creer de corazón que cierta cosa puede ser hecha por Dios. Este don brinda protección personal y para los demás, este don hace ganar batallas en lo material y en lo espiritual, este don hace resucitar a los muertos, este don resuelve problemas financieros.

Don de sanidades, es una facultad que Dios da para que en su nombre sean sanados y liberados los cuerpos y almas de sus hijos. Que mejor “propaganda” hay para la Iglesia del Señor, que ser un centro de sanidad y liberación.

Don de milagros, es un poco distinto del don de fe, en el don de milagros Dios da poder a sus hijos para hacer cosas que van más allá de nuestro entendimiento. Por ejemplo Dios permitió que Josué le ordenara al sol y a la luna que se detuvieran en Gabaón y así sucedió. Un milagro puede ser un río surja en medio del desierto o algo por el estilo.

Don de profecía, es una facultad mediante la cual Dios les habla a sus hijos por medio de la persona que tiene ese don. De nada sirve tener ese don si no hay quien reciba la palabra que le es enviada. Este don sirve para edificar, consolar, motivar, dar certidumbre y hacer crecer al pueblo de Dios.

Don para hablar en lenguas y don para interpretar las lenguas.
Don de discernimiento de Espíritu.
Don de palabra de sabiduría.
Don de ciencia o conocimiento.

Estos son solo algunos de los dones que el Señor le envía a sus hijos, todos ellos tienen un propósito que está enfocado hacia Cristo y hacia el Reino de Dios.

Queridos hermanos, les ruego que activen sus dones, permitan que la Iglesia del Señor obre milagros de todo tipo, liberen almas de las garras del enemigo, sientan el poder del Señor que corre por sus venas. Todo cuanto hagamos es y será para dar Gloria a nuestro amado Padre y a nuestro bendito Jesús.

Salmo 115:1
1 La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros sino para tu nombre, por causa de tu amor y tu verdad.

Juan 17:24
24 »Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo.

Salmo 72:18-19
18 Bendito sea Dios el Señor, el Dios de Israel, el único que hace obras portentosas.
19 Bendito sea por siempre su glorioso nombre; ¡que toda la tierra se llene de su gloria!

Que el Espíritu Santo los colme de Bendiciones.

Amén

Bibliografía: Cómo escuchar la voz de Dios, Guillermo Maldonado.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Dios me ha dado una mejor vida

Ahora que tengo a Dios en mi corazón he podido aprender y afirmar la actitud que debo de tener ante la vida que Dios me ha permitido vivir. Al levantarme debo de tener pensamientos positivos, también se ahora que de nada me sirve atarme al pasado tengo que olvidar y perdonar así como pedir perdón, (el perdón es una decisión, no es una opción).

Hay que seguir adelante. Sí yo continuo con rencores y odios puedo afectar a mis generaciones venideras y eso por supuesto que no lo deseo. La Fe es la base de todo cuando estás con Dios, es la fuerza que Dios te da y siempre recibirás tu recompensa.

Cada uno de nosotros somos escogidos de Dios y él sabe que nosotros llegaremos a hacer grandes cosas porque estamos favorecidos con su amor. El favor de Dios llevó a hacer grandes cosas a los profetas y con nosotros lo hará también.

Se que la imagen que tiene Dios de mí, es una imagen de una mujer triunfadora y así seré siempre. Me he aceptado con mis defectos y virtudes. Se que mis pensamientos tienen un gran efecto así que debo tener un enfoque positivo.

Las palabras del mismo modo tienen un efecto decisivo en mi vida y en la de los demás, hay que tener mucho cuidado de lo que digo primero hay que razonarlo y luego abrir la boca. La escritura dice “La muerte y la vida están en poder de la boca y el que la ama comerá de sus frutos”.

También se que en algún momento llegarán situaciones difíciles pero también se que Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, retroceder ante alguna situación sería el peor error. Hay que seguir siempre adelante con Fe.

Tener presente que mi tiempo no es el mismo de Dios debo de confiar con todo el corazón y orar. El poder de la oración no tiene límites.

Por otra parte también se que el gozo que produce el dar es inmenso no solo puedes dar cosas materiales basta con escuchar a alguien y darle un abrazo al conocer su situación, el tiempo que damos también te llena de gozo. La bendición que le podamos dar a la gente, Dios no la recompensará hay que hacerlo sin ningún interés de por medio siempre con el corazón en la mano.

La semilla que siembras con cada palabra ó acción debe de ser buena para tener una buena cosecha.

Solo uno decide vivir con gozo ó con amargura la decisión es solo tuya y mi decisión es vivir gozando y teniendo fe en Dios.

Las mentiras no te ayudan y si te pueden ocasionar situaciones de desenlaces graves. No hay mentiras piadosas, la honestidad contigo y los demás es esencial ante cualquier situación.

Hay que vivir cada día con el mayor entusiasmo que solo Dios me puede dar.

Dios los bendiga a todos y les de la oportunidad de tener una mejor vida, Amén.

Escrito por: Gabriela Guadarrama

Versículo Bíblico recomendado


Vive con entusiasmo


Cuando empecé a caminar en la vida cristiana había muchas cosas que yo no entendía, bueno de hecho creo que siempre habrá cosas que yo no entienda, pero eso no importa, porque Dios me proveerá del discernimiento, inteligencia y de la fe que yo pueda necesitar en cada momento, bueno el hecho es que yo no entendía ¿porque la gente que de verdad tenía al Señor en su corazón, eran personas muy positivas, alegres, activas, optimistas, siempre dispuestas a ayudar a los demás?.

La gente entusiasta, tiene algo que nos hace querer estar cerca de ellos, son las personas que actúan de manera espontánea, hacen cosas que pudieran parecer “extrañas o raras” ante los ojos de los que no los conocen bien. Si las cosas van bien, se alegran y dan gracias a Dios, orando y alabando; si las cosas van mal de cualquier manera oran y alaban al Señor.

Ahora he entendido que la gente que está cerca de Cristo ya ha aprendido a entusiasmarse con las cosa pequeñas y con las cosas grandes de la vida. Tal parecería que los que pertenecen al pueblo de Dios desean ser “las personas más felices del mundo”, ¿están ustedes de acuerdo?.

Una de las muchas ventajas de tener una vida recta y ordenada es que la felicidad se convierte en una actividad diaria, no en una meta a la que se llegará dentro de cierto número de años. Cada día está llena de sorpresas y regalos de Dios, solo tenemos que tener ojos para verlos y un corazón dispuesto para entenderlos.

Lucas 12:29-31
29 Así que no se afanen por lo que han de comer o beber; dejen de atormentarse.30 El mundo pagano anda tras todas estas cosas, pero el Padre sabe que ustedes las necesitan.31 Ustedes, por el contrario, busquen el reino de Dios, y estas cosas les serán añadidas.

Es obvio que en el mundo siempre habrá cosas que pudieran presionarnos, inquietarnos, preocuparnos, etc., pero es maravilloso el aprender a confiar en Dios y tener la capacidad de entregarle todas nuestras cargas.

Cuando algo en nuestra vida se vuelve rutinario corremos el riesgo de que perdamos el entusiasmo en esa cosa en particular: un matrimonio puede perder su entusiasmo, un estudiante puede empezar a bajar sus calificaciones, un buen trabajador puede sentirse aburrido, hasta un cristiano que tenía una unción y un gran avivamiento puede llegar a sentirse apagado.

La palabra entusiasmo proviene de 2 palabras griegas que son: en, que significa inspiración y theos que significa Dios, entonces “entheos” se traduce como “inspirado por Dios”, por lo tanto entendemos que para que no se pierda el entusiasmo siempre debemos de buscar que Dios inspire y motive nuestra vida.

Salmo 105:2-3
2 Cántenle, entónenle salmos; hablen de todas sus maravillas.
3 Siéntanse orgullosos de su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Señor.

Nehemías 8:10
10 Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza.»

¿Tienen tiempo para dedicarlo a Dios?

Lucas 10:38-41
38 Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.39 Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.40 Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! 41 —Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, 42 pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará.

Háganse el propósito de vivir cada día en comunión con Dios, es muy fácil que los quehaceres de la vida diaria nos separen o traten de separarnos de Dios, pero eso en lugar de ayudaros nos perjudica, si ponemos claro en nuestra agenda que buscaremos a Dios cada día, es seguro que El hará ajustes a nuestra agenda para que siempre podamos estar con El.

Proverbios 15:13
13 El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu.

¿Quieren verse mejor?, alégrense, den gracias a Dios por todas las cosas maravillosas que hace por ustedes y por sus familias cada día, no dejen pasar un solo día sin que se vuelvan a maravillar por una flor, o una puesta de sol, sean como niños pequeños, disfruten de todo lo que los rodea.

Marcos 10:14-15
14 Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.15 Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él.»

La gente positiva atrae a la gente positiva, la gente negativa no atrae a nadie, ni a nada. ¿De quién te estás rodeando’, no permitas que nadie te robe tu fe, ni tu tranquilidad, ni tu alegría, ni tu entusiasmo. Rodéate de gente que te anime, que te fortalezca, que te inyecte optimismo y ganas de vivir.

Siempre hagan todo con optimismo, con empeño, échenle ganas a su diario vivir, recuerden que Dios siempre nos está observando y El nos dará la recompensa justa.

Gálatas 6.9
9 No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.

Dios tiene miles de bendiciones para ustedes, tan solo tenemos que estar dispuestos a pedirlas y listos para recibirlas, la alegría es una de las bendiciones del pueblo del Señor. Cada día debemos de tener una mente como la corriente de un río, fresca y renovada, no se dejen encajonar, no dejen que nadie construya una represa en sus sueños y anhelos, aviven la llama de su corazón.

Juan 7:37-38
37 En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! 38 De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.

2 Timoteo 1:6-7
Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos.7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Aunque seamos hijos de Dios, vivimos en el mundo, y en este mundo también hay tribulaciones y situaciones adversas, pero si decidimos buscar a Jesús las cosas se verán siempre mejor.

Santiago 1:2-4
2 Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas,3 pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia.4 Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada

Isaías 41:10
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.

¿Quieres que te sucedan cosas que nunca te habían sucedido?, entonces has cosas que nunca has hecho. Llena tu vida cada día de motivos nuevos para vivir. No tengas miedo de caminar por el mundo, siempre y cuando tengas a Dios en tu corazón. El Señor se complace al ver a sus hijos alegres y entusiastas.

Lucas 2:10-11
10 Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.11 Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.

Salmo 34:2
2 Mi alma se gloría en el Señor; lo oirán los humildes y se alegrarán.

1 Pedro 1:8-9
8 Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso,9 pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación.

Dios siempre estará allí para apoyarte, orientarte, alegrarte y darte consuelo, jamás dejes que se pierda tu entusiasmo por El y por la vida, Cristo te ama.

Amén.

Bibliografía: Su mejor vida ahora, Joel Osteen.

martes, 2 de septiembre de 2008

Cómo descubrir tus dones


Cómo descubrir tus dones

Por Rick Warren
Fuente: http://estudios-biblicos.avanzapormas.com/crecimiento-espiritual/usa-lo-que-dios-te-ha-dado-rick-warren.html

Dios merece lo mejor de ti. Él nos formó con un propósito y espera que explotes al máximo lo que te ha dado. Él no quiere que envidies ni te preocupes de las habilidades que no posees, sino que te enfoques y uses los talentos que te ha dado.

Cuando intentas servir a Dios de maneras para las que no estás formado, es como meter un cubo a la fuerza dentro de un círculo, es frustrante y produce resultados limitados. También es una pérdida de tu tiempo, de tu talento y de tu energía.

La mejor manera de vivir tu vida es sirviendo a Dios de acuerdo a tu forma, para lo cual debes descubrir tus dones, aprender a aceptarlos y a disfrutarlos de modo que puedas desarrollarlos a su máxima expresión.

Descubre tu forma: La Biblia dice: “No actúes desconsideradamente, sino trata de encontrar y hacer lo que sea que el Señor quiere que hagas” (Efesios 5:17, BAD). No dejes que otro día se te vaya. Comienza a encontrar y clarificar lo que Dios quiere que seas… y hazlo.

Comienza evaluando tus dones y recursos. Tómate un tiempo, mira honestamente en lo que eres bueno y en lo que no lo eres. Haz una lista. Pregúntales a otras personas su opinión sincera. Diles que estás buscando la verdad y no cumplidos.

Los dones espirituales y las habilidades naturales son siempre confirmados por otros. Si piensas que has sido dotado para ser maestro o cantante, y otra persona no está de acuerdo contigo, ¿qué crees? Si quieres saber si tienes el don de liderazgo, ¡pues mira sobre tus hombros! Si nadie te sigue, no eres un líder.

Haz preguntas como estas: ¿Dónde he visto frutos en mi vida que otras personas puedan confirmarlos? ¿En qué he visto que soy exitoso?

La evaluación de tus dones espirituales y los inventarios de tus habilidades pueden tener valor, pero son limitados en su utilidad. En primer lugar, están estandarizadas de manera que no cuentan dentro de tu singularidad. Segundo, no hay definición de los dones espirituales enlistados en la Biblia; de manera que cualquier definición es arbitraria y representa casi siempre un prejuicio denominacional.

“Por cuanto nosotros mismos hemos sido moldeados en todas estas partes, excelentemente formadas (...) sigamos adelante y seamos aquello para lo que fuimos creados” (Romanos 12:5, PAR).

La mejor manera de descubrir tus dones y habilidades es experimentando en las diferentes áreas de servicio. Yo pude haber tomado cientos de exámenes para determinar mis dones y habilidades cuando era joven, y nunca haber descubierto que recibí el don de la enseñanza ¡porque nunca enseñé! Sucedió solo después de que comencé a aceptar oportunidades para hablar que vi más resultados, recibí confirmación de otros, y me di cuenta de que “¡Dios me había dotado para que hiciera eso!”

Muchos libros llegan a descubrir este proceso al revés. Enseñan: “Descubre tu don espiritual para que conozcas qué ministerio se supone que tienes”.

Realmente esto opera de manera opuesta. Comienza sirviendo, experimenta en diferentes ministerios y descubrirás tus dones. Hasta que realmente no te involucres en el servicio, no sabrás para qué eres bueno.

Tienes docenas de habilidades y dones escondidos que no sabes que los tienes, porque nunca los has puesto a prueba. Así que te exhorto a que hagas cosas que nunca antes has hecho. No importa cuán viejo seas, te insto a que no dejes de experimentar.

He conocido muchas personas que han descubierto talentos escondidos a sus setenta y ochenta años. Conocí a una corredora de noventa años que ganó una carrera de diez kilómetros, sin descubrir que disfrutaba correr ¡hasta que llegó a los setenta y ochos años de edad!

No trates de encontrar tus dones antes de enrolarte a servir en algo. Simplemente, empieza a servir ya. Descubre tus dones involucrándote en el ministerio.

Intenta enseñar, dirigir, organizar, tocar un instrumento o trabajar con los jóvenes. Hasta que realmente no te involucres en el servicio, no sabrás para qué eres bueno. Si no funciona, llámalo “experimento”, no fracaso.

Eventualmente descubrirás para qué eres bueno. Considera las oportunidades y la personalidad. Pablo aconsejó: “Haz una exploración cuidadosa de quién eres y el trabajo que estás haciendo para que entonces te sumerjas en él” (Gálatas 6:4b, PAR). Otra vez, esto ayuda a recibir retroalimentación de quienes mejor te conocen.

Pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo que realmente disfruto hacer? ¿Cuándo me siento vivo completamente? ¿qué es lo que hago cuando pierdo la noción del tiempo? ¿Me gusta la rutina o la variedad? ¿Prefiero servir en equipo o por mí mismo? ¿Soy introvertido o extrovertido? ¿Soy más pensador que perceptivo? ¿En qué disfruto más, compitiendo o cooperando?

Examina tus antecedentes y extrae las lecciones que aprendiste. Revisa tu vida y piensa en cómo ha sido formada. Moisés les dijo a los israelitas: “Recuerden hoy lo que han aprendido acerca del Señor a través de sus experiencias con él” (Deuteronomio 11:2, PAR).

Raras veces vemos el buen propósito de Dios en el dolor, el fracaso o la vergüenza mientras lo vivimos. Cuando Jesús le lavó los pies a Pedro, le dijo: “Tú no sabes ahora lo que estoy haciendo, pero después lo entenderás” (Juan 13:7). Solo en retrospectiva entendemos cómo Dios usa los problemas para bien. Extraer las lecciones de tus experiencias toma tiempo.

Te recomiendo que tomes un fin de semana completo para un retiro, y hagas una revisión de tu vida, en la que puedas hacer un alto para que veas cómo Dios ha trabajado en momentos decisivos en tu vida y consideres cómo quiere que uses esas lecciones para ayudar a otros.
Amén

Cómo desatar el río de Dios en nuestras vidas


Cómo desatar el río de Dios en nuestras vidas

Por Marcos Barrientos
Fuente: http://www.avanzapormas.com/

Recientemente, un amigo pastor de una creciente iglesia en los Estados Unidos me preguntó lo siguiente: “¿Cómo puedo lograr que los músicos de la congregación fluyan en la adoración a Dios?
Ellos saben tocar, pero no saben como conducir a la gente a la presencia de Dios"

Cada vez más, existe un deseo por experimentar la realidad de la gloria de Dios en medio nuestro. Mi amigo se refería a aquello que hace la diferencia entre una reunión más, y un tiempo precioso de comunión con Dios. Entre lo aburrido de la rutina, y la expectativa de algo fresco.

La respuesta, en realidad, es muy sencilla. Tiene que ver con la aplicación de dos principios espirituales básicos:

1. Abrir el corazón
2. Abrir la boca

Veamos el primero: La palabra declara: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Pr. 4:23). Qué declaración tan importante: ¡Del corazón mana la vida! En otras palabras, no podemos hacer nada que transmita vida si no abrimos el corazón para que fluya de allí la bendición.

Sabemos que hay que abrir el corazón para que entre Jesús (Ap. 3:20), pero también debemos abrirlo para que emane la vida de Jesús, en la forma de adoración. Pablo exhortó a los corintios, a que abrieran su corazón, así como él había abierto el suyo hacia ellos. Sólo así podría haber verdadera comunión. Efesios 4:18 claramente nos enseña que la dureza de corazón (corazón cerrado) impide el fluir de la vida de Dios. Quizás no haya nada más importante para alguien que se para sobre una plataforma para ministrar, que el que lo haga con un corazón abierto hacia Dios.

Tanto el que ministra con la Palabra como el que lo hace con la música, deben abrir su corazón para que de él emane el río de Dios. Cuando uno abre el corazón, el fluir del Espíritu se manifiesta a través de las palabras, a través de las manos, al tocar un instrumento, y aun a través de los ojos. No conozco ninguna persona que siendo verdaderamente llena del Espíritu Santo tenga ojos secos. Por eso dice la Palabra: “los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán” e “irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla” (Sal. 126:5-6) El fluir del Espíritu sensibiliza el interior. Pero esto no tiene nada que ver con las emociones. Tiene que ver con algo que está sucediendo en el interior, un torrente que busca expresarse a través de nuestro corazón, y que muchas veces encuentra una salida a través de nuestros ojos.

El segundo principio es abrir la boca: El Señor Jesús declaró en Juan 7:37 al 39: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva...” Juan, el apóstol, nos aclara que Jesús se refería al Espíritu que habrían de recibir los que creyesen en él.
En otras palabras, el río de Dios está, en todo su potencial, dentro de cada creyente que ha recibido del Espíritu para traer cambios a esta tierra. “Sobre las cumbres áridas abriré ríos, y manantiales en medio de los valles. Convertiré el desierto en lagunas, y la tierra reseca en fuentes de agua” (Is. 41:18).

Sin embargo, hay muchos creyentes que no han desatado el poder de este fluir transformador en sus vidas porque tienen sus bocas cerradas. Para que el río del Espíritu de Dios fluya no basta con decir al Señor: “cuando tú quieras haz fluir tu río en mí”. Se necesita también dar un paso de fe y decir: “Señor, yo reconozco que el río de Dios ha venido a mi vida, por tu Espíritu, y que en mí está la capacidad y decisión de dejarlo correr. Por tanto yo ABRO MI BOCA para que fluya de mi interior”. Mucha gente sabe que hay que abrir la boca para confesar a Jesús como Señor, para que entre el Espíritu Santo, pero pocos entienden que también es necesario abrirla para que fluya de nuestro interior hacia fuera.

Juan 7:38 específicamente dice: “...de su interior correrán ríos de agua viva...” Jesús usa el término “interior”, refiriéndose a las entrañas, al vientre, a la parte más interna de nuestro ser. Hay una gran diferencia entre lo que sale del interior de tus entrañas y lo que sale del interior de tu mente.

Es necesario que seamos entendidos de lo que Dios está haciendo precisamente con este derramamiento del Espíritu Santo. El fluir del Espíritu Santo en medio de la alabanza del pueblo de Dios se está incrementando, como las aguas de un río que suben de nivel, y pronto su cauce será desbordado. ¡La tierra será llena del conocimiento de su Gloria! Pero esto sólo será una realidad palpable en el ámbito personal si estamos dispuestos a abrirnos ante Dios y ante los hombres. Ante Dios para ser continuamente llenos del Espíritu. Ante los hombres para tener un corazón transparente y genuino del cual mana la vida.


Amén.