viernes, 10 de julio de 2009

Apóyese en Cristo

Ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz.
Efesios 2:12-14

Una cristiana deseaba poseer la certeza de su salvación, mas no podía tener paz y reposo. Cierto día expuso su turbación a un creyente, quien le dijo: –Descanse en Jesucristo. Pero estas palabras no le sirvieron de nada. Se fue tan triste como había venido y buscó la ayuda de otro cristiano, quien le dijo: –Descanse en Jesucristo. Esta vez escuchó el consejo y dejó de mirarse a sí misma, a su miseria y a su fe. Se volvió hacia Jesucristo solo y su obra cumplida en la cruz. Ahora su salvación y su paz descansan en el verdadero fundamento, seguro, inconmovible y eterno: Jesucristo.

Más tarde ella contó al primer creyente que le había hablado, cómo había llegado a poseer la paz por medio de un amigo que le había dicho: –Descanse en Jesucristo.–Pero, repuso el creyente, ¿no fue precisamente lo que le dije? –Sí, contestó la otra persona, pero sólo me detuve en «descanse» y me examiné para ver si tenía bastante fe para esto y tuve que decirme: ¡No! En el otro caso, por la gracia de Dios, entendí algo más: «en Jesucristo», y mis pensamientos se desviaron de mí misma para fijarse en Él. Ahora entiendo que puedo apoyarme con toda seguridad en Él.

Lo mismo le ocurrirá a toda persona que deje de ocuparse de sí misma y de su fe para confiar sólo en Dios. ¿Quién querría aconsejar a personas que se están naufragando echar el ancla de su barco dentro de la misma nave? El ancla se echa fuera, sobre un fondo sólido.

Fuente:LaBuenaSemilla.net

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